Volkswagen ha dado a conocer cómo serán sus futuras estaciones de recarga rápida que entregan una potencia de carga de hasta 100 kW, con el respaldo de una batería estacionaria de 360 kWh. Su configuración móvil, escalable y flexible permite que se puedan instalar en cualquier lugar y durante el tiempo que se desee con o sin conexión a la red.
Las primeras unidades de las estaciones móviles de Volkswagen se instalarán en el primer semestre de 2019 en la ciudad alemana de Wolfsburg, pero el inicio de la producción está previsto para 2020, cuando empezarán a instalarse en otras ciudades.
Las estaciones de carga móviles se pueden instalar en cualquiera de las estaciones habituales que conocemos hasta ahora. Sin embargo, es la flexibilidad de su configuración y la independencia de una fuente de alimentación la que permite que puedan ser situadas, por ejemplo, en estacionamientos públicos, en instalaciones empresarilaes o como un punto de recarga temporal en eventos a gran escala. Las ubicaciones, aunque sean variables, se actualizan a través de internet y de las aplicaciones móviles.
La esencia de esta flexibilidad está en que el paquete de baterías que se implementa en estos puntos de carga se basa en el mismo paquete de baterías que se encuentra en la plataforma MEB en la que se basan todos los próximos vehículos eléctricos nuevos de Volkswagen. Esta característica le permite una rápida escalabilidad además de dar una segunda vida a las baterías de los coches eléctricos del grupo.
La estación de carga móvil funciona según el principio de un banco de potencia. La capacidad de la batería es de 360 kWh y permite cargar hasta 15 vehículos eléctricos, incluidos los modelos de la nueva familia eléctrica ID de Volkswagen. Cada estación de carga ofrece una potencia máxima de carga en corriente continua de hasta 100 kW con la que un proceso de carga promedio tarda aproximadamente 17 minutos. Se pueden cargar hasta cuatro vehículos simultáneamente: dos con corriente continua y otros dos con corriente alterna.
En el caso de que la estación esté desconectada de la red, cuando la batería llega a una capacidad inferior al 20% del total, el sistema lo notifica y es sustituida por una completamente cargada. En cambio, si está conectada permanentemente a una fuente de alimentación la batería se recarga continuamente a una potencia máxima de 30 kW en corriente alterna. La electricidad con la que se recarga la batería procederá íntegramente de fuentes renovables.
“Esta flexibilidad permite un enfoque completamente nuevo para la rápida expansión de la infraestructura de carga. Las ciudades pueden, por ejemplo, ensayar los lugares más adecuados para un punto de carga permanente antes de realizar una gran inversión en su instalación definitiva. Además, será posible configurar una gran cantidad de estaciones de carga temporalmente, exactamente cuando y donde se necesiten” ha explicado Thomas Schmall, responsable de Componentes del Grupo Volkswagen.
Mark Möller, director de Desarrollo Técnico de Volkswagen Group Components, comentó sobre el proyecto que “nuestras estaciones de carga móviles ofrecen una ventaja crucial adicional. Es solo cuando un automóvil eléctrico está cargado con energía generada de manera sostenible cuando puede hablar de movilidad neutral en CO2. Nuestra estación de carga es la primera en ofrecer la posibilidad de almacenar temporalmente la energía generada de forma sostenible”.
Otras compañías también están trabajando en soluciones de carga similares que se pueden implementar rápidamente con paquetes de baterías, como es el caso de Freewire recientemente adquirida por Volvo o del fabricante chino NIO, que ha ha puesto en marcha 1.200 furgonetas eléctricas que incorporan estaciones móviles para la recarga a domicilio.