La compañía energética española Iberdrola abre este mes de diciembre su primer parque solar en México, con una capacidad instalada de 100 megavatios (MW), potencia capaz de suministrar electricidad a 100.000 hogares.
Situado en el norteño estado de Sonora, este parque fotovoltaico -que ocupa una superficie de 305 hectáreas, equivalente a 34 estadios de béisbol- ha requerido una inversión de 135 millones de dólares (119,6 millones de euros).
“Es la primera planta de la modalidad que denominamos gran solar, por encima de 30 MW. Y reafirma la apuesta de la empresa por las energías renovables. En específico, por la solar fotovoltaica”, señaló hoy a Efe el director de Iberdrola Renovables México, Alfonso Campos.
A días de entrar en operación comercial, la planta solar de Hermosillo se erige, en medio de esta zona semidesértica pegada a la ciudad del mismo nombre, como un ejemplo más del potencial inversor, energético y verde de la segunda economía latinoamericana.
El proyecto se empezó a planificar en 2016 y a construir en marzo de 2017. A lo largo de varios meses, se transportaron 389.580 paneles solares que llegaron desde China en barco. A diferencia de otras plantas, como las eólicas o las de ciclo combinado, el desafío fue sobre todo logístico, por la complejidad de mover miles y miles de piezas a temperaturas por encima de los 40 grados.
En su fase de construcción, la planta ha contado con más de 750 trabajadores, con un 100 % de contratación de empresas nacionales y un 80 % de empleados y maquinaria locales. Pese a las dificultades, el enclave no podía ser más perfecto: la región recibe alrededor de 2.200 horas de radiación solar anual.
Iberdrola estima que con este parque -que espera contribuir a la meta mexicana de alcanzar un 35 % de generación limpia para 2024- se dejarán de emitir alrededor de 110.000 toneladas de dióxido de carbono anuales, el equivalente a retirar de la circulación 30.000 vehículos al año.
La puesta en marcha de este parque llega en un momento de gran cambio en la escena política con la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, muy crítico con la reforma energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto, que abrió el sector a la iniciativa privada.
Recientemente se anunció la suspensión de la cuarta subasta de energía eléctrica a largo plazo. Pero el sector, lejos de asustarse, ha ofrecido colaboración al líder izquierdista y afirma que, al llegar al poder, es lógico que quiera revisar contratos antes de reactivar concursos.
Iberdrola subraya la visión a largo plazo que tiene para México, sustentada en grandes acciones a corto y mediano términos, como un plan estratégico de 2018 a 2022 con una inversión de 2.800 millones de dólares.
Entre 2019 y 2020 se pondrán en marcha ocho centrales y, de cara a 2022, planea ya nuevas infraestructuras con las que espera alcanzar unos 12.500 MW de potencia instalada.