Los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) han representado por lo menos el 80% del consumo de energía en los Estados Unidos durante más de un siglo. El consumo total de energía en los Estados Unidos alcanzó un nivel récord en 2018 con 101.000 billones de unidades térmicas británicas (Btu), de las cuales más de 81.000 billones de Btu provinieron de combustibles fósiles. A pesar del aumento, la participación de los combustibles fósiles en el consumo total de energía de EEUU en 2018 aumentó solo ligeramente sobre la de 2017 y fue la segunda participación más baja desde 1902.
El aumento en el consumo de combustibles fósiles en 2018 fue impulsado por aumentos en el consumo de petróleo y gas natural. El consumo de carbón cayó un 4,3% en 2018, la quinta caída anual consecutiva. El consumo de carbón en Estados Unidos alcanzó su punto máximo en 2005 y ha disminuido casi un 42% desde entonces. El consumo de carbón en Estados Unidos cayó a 687 millones de toneladas en 2018, el nivel más bajo de consumo de carbón en los Estados Unidos desde la década de 1970.
El consumo de gas natural aumentó en 2018, alcanzando un nuevo nivel récord de consumo de 82.100 millones de pies cúbicos al día. El consumo de gas natural ha aumentado en 8 de los últimos 10 años. El crecimiento en el consumo de gas natural ha sido impulsado en gran medida por el aumento del consumo en el sector eléctrico. En general, el consumo estadounidense de gas natural ha aumentado en un 37% desde 2005.
El consumo de petróleo también aumentó en 2018 ya que el petróleo suministrado alcanzó el equivalente a 20.5 millones de barriles al día. A pesar del aumento en 2018, el consumo de petróleo de EEUU sigue siendo inferior al nivel máximo de consumo establecido en 2005. El petróleo ha sido la principal fuente de consumo de energía en los Estados Unidos desde que superó al carbón en 1950.
La parte renovable del consumo de energía en 2018, que incluye la energía hidroeléctrica, la biomasa y otras fuentes renovables como la eólica y la solar, fue del 11,4%, un poco menos que en 2017. El mayor crecimiento en energías renovables en la última década ha sido en la generación de energía solar y eólica.
El consumo de energía en los Estados Unidos ha sufrido muchos cambios en la historia de la nación, desde la madera como recurso principal en los siglos XVIII y XIX, hasta el inicio del uso del carbón y el petróleo, y hasta el aumento más moderno de la energía nuclear a finales del siglo XX y renovables a principios del siglo XXI.