La Comisión de Energía del Congreso ha aprobado una iniciativa de Ciudadanos para reformar el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), con medidas que “refuercen la transparencia en su toma de decisiones y la independencia en la elección de sus cinco consejeros”.
La proposición no de ley ha salido adelante con 13 votos a favor (de Ciudadanos y el PSOE) y 21 abstenciones del resto del grupos, y propone dotar al máximo órgano regulador de la seguridad nuclear en España de un Estatuto que incluya medidas para reforzar “su independencia del poder político“, ha defendido la diputada de Ciudadanos, Melisa Rodríguez.
Ese estatuto debe recoger que los Plenos del regulador se retransmitan en abierto y en directo, y que posteriormente se publiquen los diarios de sesiones de esas reuniones.
La iniciativa propone también que cada presidencia del CSN emita un informe al final de su mandato, y que el regulador disponga de “mecanismos de autoevaluación de la institución”, donde se tengan en cuenta las incidencias y quejas sobre su labor.
Una de las novedades de la iniciativa es que propone un nuevo modelo de elección de los consejeros, que ahora se hace con una propuesta del Gobierno que debe ser aprobada por tres quintas partes del Parlamento.
El nuevo modelo sigue recogiendo que el Gobierno proponga a los candidatos, pero introduce la figura de una comisión técnica “independiente” que los evalúe y dé o no su visto bueno, basándose en “la capacitación, idoneidad, independencia, e imparcialidad” del candidato.
Si el informe de la comisión técnica hacia un candidato es favorable, el futuro consejero debe ser elegido con el voto dos tres quintas partes de los diputados, mientras que si el informe es negativo el candidato será eliminado y el Gobierno deberá proponer uno nuevo.
El CSN cuenta con cinco consejeros, una de las cuales, Cristina Narbona dejará su puesto el 30 de junio y deberá ser relevada con el método todavía vigente.
La Comisión de Energía también ha aprobado una iniciativa de la diputada socialista Pilar Lucio por la que tres de los grupos mayoritarios (PP, PSOE y Ciudadanos) ha acordado “fijar una posición común en materia de energía y clima” y pactar conjuntamente los objetivos de la transición energética.
Para fijar dichos objetivos, los diputados han decidido crear una comisión de expertos “independientes y de reconocido prestigio” que pueden ser propuestos por los grupos políticos para que elaboren un informe sobre los posibles escenarios de transición energética, las alternativas existentes y su coste y lo presenten al Gobierno y al Parlamento.
Podemos se ha abstenido a esta propuesta al considerar que estaba vacía de contenido y no se fijaba ningún objetivo en concreto.