La situación de Adwen, la sociedad de eólica marina ahora propiedad al 100% de Gamesa, se encuentra en el aire. Hace solo tres años, cuando la francesa Areva y Gamesa se repartieron el 50% de la compañía, había grandes expectativas, pero la fusión de la compañía vasca con Siemens Wind Power ha cambiado el curso de su destino.
En sus inicios, Adwen iba a crear cerca de 700 empleados en España, “aunque en el momento más álgido de la compañía, llegaron a ser unos 250”, señalan fuentes conocedoras, además de una fábrica en Bremerhaven (Alemania) con 1.100 empleados y una oficina en París. Su turbina estrella, la plataforma Adwen 8 MW (la AD-8), iniciada por Areva y optimizada en base a la tecnología de Gamesa, que se iba a convertir en líder del mercado, se fabricaba en esa planta alemana pero hace unos meses anunciaba su cierre y la eliminación de 700 puestos de trabajo.
De acuerdo con un portavoz de la compañía en el país germano su cierre es un primer paso para alinear Adwen con la empresa matriz y su negocio en alta mar. Siemens Gamesa ha acordado integrar las operaciones offshore más amplias en el Grupo, lo que le permitirá servir mejor a sus clientes y maximizar las oportunidades de negocio.
La decisión se ha tomado en este tercer trimestre. Todos los esfuerzos de integración están en marcha, y su anuncio de sustituir la AD-8 por su homóloga de Siemens para los parques eólicos marinos franceses así lo confirman. La compañía está reorganizando departamentos, dando los primeros pasos en la cartera de productos, la cadena de suministro y la huella de fabricación. Las sinergias anunciadas de 230 millones de euros son ahora el mínimo y la empresa espera realizar estas sinergias en un año.
Siemens Renewable Energy Gamesa ha decidido detener la industrialización del modelo de turbina de 8 MW de Adwen “AD8”, que iban destinados para dos parques eólicos marinos de 500 MW, el de la isla de Yeu y Noirmoutier y el Dieppe-Le Tréport, y sustituirlos por el D8 de Siemens, que además también lo instalará en el parque offshore francés Saint-Brieuc de Iberdrola, de 500 MW.
Expertos bursátiles consideran que Siemens-Gamesa estaría tratando así de reducir costes directos en Adwen y centrar sus esfuerzos comerciales en modelos concretos de la compañía germana. Adwen, para el gigante eólico, es ahora un lastre para sus resultados del cuarto trimestre.
“El futuro de Adwen es muy incierto. De los 150 trabajadores que quedan ya en la filial, unos 70 se quedarán para el mantenimiento y operación del parque eólico Wikinger de Iberdrola, otros 30 en la oficina de París y casi todos los ingenieros de la compañía, por lo que habrá un reajuste de plantilla”, explican las fuentes, “la incógnita es que ocurrirá dentro de cinco años, cuando finalice el contrato de mantenimiento con Iberdrola en Wikinger, pero sobre todo si la marca Adwen desaparecerá definitivamente”.