Latinoamérica es la región más cercana a España por distintos motivos culturales. Es por ello, que muchas empresas han destinado a los países latinos inversiones milmillonarias. El proceso de privatización que se llevó a cabo en los años 90 llamó la atención de las compañías españolas que no dudaron en aterrizar en este mercado. Uno de los sectores donde más dinero se ha invertido en Latam es el energético.
Según un estudio realizado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética de la Universidad de Barcelona, dirigido por María Teresa Costa, y promovido por la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam), las inversiones españolas en el sector energético en la región asciende a “31.000 millones de dólares (casi 24.000 millones de euros), lo que representa el 20% de la inversión total en el sector en toda Latinoamérica y representa más del 22% de las inversiones españolas en la región”, afirmó el presidente de Funseam y de Enagás, Antoni Llardén durante la presentación del estudio Inversión extranjera y sector energético en Latinoamérica. Análisis e impacto económico.
El libro muestra los beneficios económicos y sociales de las inversiones españolas en este sector en la región. Con un profundo análisis, y tras recoger datos de todas las compañías del sector y de la base de datos del Banco Mundial, entre otros, las autoras de la obra, María Teresa Costa y Gemma García, explicaron durante la presentación del libro las grandes aportaciones de España en el sector energético latinoamericano.
Al acto acudieron el presidente de Repsol y patrono de Funseam, Antonio Brufau, el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, el embajador español en la región para asuntos energéticos, Antonio Muñoz Rojas, el presidente de CLH, José Luis López de Silanes, y medio centenar de personalidades del sector energético español.
La directora del estudio, la doctora María Teresa Costa asegura que la principal conclusión del estudio es que las inversiones españolas en el sector energético en Latinoamérica han aumentado la riqueza de la región. La obra concluye que las inversiones en Latinoamérica han impactado de forma positiva en la balanza de pagos, en la productividad de las economías, el empleo, el esfuerzo inversor doméstico y el PIB per cápita. Por ejemplo, se estima que un aumento del 1% en la inversión extranjera genera un incremento del 0,2% en el PIB per cápita del país receptor.
Costa explicó en el acto que las empresas españolas del sector energético han desarrollado una importante actividad inversora en la región. El 78% de la inversión registrada se concentra en la década de los noventa, como consecuencia de la relevancia de los montos derivados de la adquisición de empresas estatales privatizadas.
Más conclusiones
La inversión desarrollada por empresas españolas se caracteriza por una clara voluntad de permanencia en los países de destino, sin que se registren desinversiones significativas. En torno al 54% de la inversión registrada se dirige al sector de extracción de petróleo y gas natural y productos derivados, mientras que el 46% restante se destina al sector de transporte y distribución de gas y electricidad y tratamiento de residuos.
Los años más recientes han supuesto la entrada en la región de empresas españolas del segmento de energías renovables que también están desarrollando una actividad importante en proyectos de inversión acogidos al Mecanismo de Desarrollo Limpio en el marco del protocolo de Kioto.
Argentina, Brasil, Chile, México y Colombia han sido los principales destinos. Mientras Argentina y Chile tuvieron una posición preeminente en los noventa, Brasil y México han sido los destinos prioritarios una vez entrados en el siglo XXI. En los años más recientes, Perú y la República Dominicana se han convertido también en destinos importantes de las empresas españolas.
La otra autora del libro, Gemma García Brosa, explicó a los presentes el modus operandi de la investigación, que entre otras cosas se han utilizado la base de datos del Banco Mundial y estadísticas tanto de empresas privadas como públicas de España y cada país latino. García también aportó un dato importante. “El 11% del total de la inversión en Latinoamérica se dedicó al sector energético, y en el caso de las inversión española el porcentaje asciende al 20% del total del sector en la región“.
Por su parte, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, señaló que Latinoamérica es una tierra de oportunidades pero también de riesgos, “aunque son más las oportunidades de negocio por eso apostamos por la región”. El secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias,quiso destacar las aportaciones del libro y aseguró que “América Latina es una tierra bendecida por Dios en materia energética“. Para muestra un botón: Latinoamérica dispone del 20,4% de las reservas probadas de petróleo mundiales y del 3,8% de las reservas de gas.
Iglesias destacó también el papel que están tomando las energías renovables en la región. Puso como ejemplo, las fuertes inversiones en eólica, solar e hidroeléctrica donde son líderes mundiales. Al secretario iberoamericano le preocupa que ya no se invierta tanto como hace años, pero cree que “va a seguir siendo un mercado importante de crecimiento económico”. “Lo único que nos falta es que de verdad haya una integración energética regional, donde hasta ahora se ha hecho bastante poco”, aclaró.
Para finalizar, habló el embajador de España en la región para asuntos energéticos, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, Antonio Muñoz Rojas, que destacó el papel de las empresas españolas energéticas ya que “sin rigor, trabajo y respeto, sería más complicado entrar en estos países“.
El libro cuanta además con una serie de casos prácticos de inversiones de empresas españolas en la región. Así, han participado Repsol, Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, Cobra-ACS, Enagás, CLH, Cepsa, EDP y FCC.