El pasado miércoles 25 de enero, llegaba a manos del Pleno del Consejo de Seguridad (CSN) el informe sobre la renovación de la licencia de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña hasta los 60 años de vida útil.
Los cinco miembros del Pleno –tres nombrados a propuesta del PP y dos del PSOE- han debido leerse el grueso informe, un documento de más de 200 páginas que a su vez resume más de 160 informes técnicos, en un tiempo récord, porque tan solo en una semana deberán tomar una decisión sobre su contenido, según ha podido tener acceso El Periódico de la Energía al Orden del día del miércoles:
Orden del día del CSN para el Pleno del 1 de febrero de 2017
Si se había especulado que tardarían entorno al mes o mes y medio para dar su visto bueno, podría ser este mismo miércoles cuando se aprobara, aunque fuentes del CSN aseguran a este diario “que en este Pleno no se va a aprobar nada, y de hecho los consejeros tienen derecho a pedir un aplazamiento hasta en dos ocasiones”.
Según el Artículo 34.3 del Real Decreto 1440/2010, de 5 de noviembre, por el que se aprueba el Estatuto del Consejo de Seguridad Nuclear, “cualquier Consejero podrá solicitar que se aplace la deliberación sobre algún asunto concreto hasta la próxima sesión, expresando las causas para ello. El Presidente denegará dicha petición cuando se trate de un asunto urgente que haya sido declarado como tal de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 33.4, o que ya hubiere sido tratado en dos sesiones anteriores“.
“Pero va a depender de cómo se interprete ese artículo del Estatuto”, señalan otras fuentes conocedoras, “aunque en realidad estaríamos hablando de más menos dos semanas, porque cada aplazamiento supone retrasarlo solo una semana más”.
Tanto si se aprueba este miércoles o en las próximas semanas, no se llegará todavía al final del camino. A partir ahí, le tocará mover ficha al Gobierno, que deberá decidir si aprueba la renovación de la licencia de explotación hasta 2031, fecha solicitada por Nuclenor, el propietario de la central.