El futuro del transporte está en los combustibles alternativos. El vehículo eléctrico acapara las portadas de los medios de comunicación, es más glamuroso pero el vehículo a gas es una realidad ya, y ambos pueden ser complementarios para conseguir que el transporte deje de ser el principal causante de la contaminación en las ciudades y del calentamiento del planeta.
Esa es una de las conclusiones del V Congreso de la Asociación Ibérica del Gas Natural para la Movilidad (Gasnam) que se ha celebrado en Madrid y donde se ha defendido el gas natural como solución de movilidad eficiente y medioambientalmente sostenible.
“Lo más importante es que se conozca el gas natural vehicular (GNV)”, explica a este diario José Ramón Freire, presidente de GASNAM, “que está creciendo como combustible profesional de referencia entre los transportistas por carretera porque las empresas que lo han probado, han conseguido ahorros económicos de hasta el 30% respecto al diésel, además del ahorro de costes y de la imagen social”.
Para GASNAM, el GNV es competitivo en sectores donde el vehículo eléctrico no puede serlo, como es el transporte pesado por carretera, grandes camiones (sobre todo los de residuos urbanos), los autobuses, los taxis y el transporte marítimo, y también se podría incorporar al transporte ferroviario. Por eso, la organización ha pedido medidas políticas para fomentar su uso y comercialización, como la reducción de los impuestos de matriculación y de circulación, que se amplíe el horario de carga y descarga en las ciudades o parquímetros gratuitos en las calles.
El GNV cuenta con una infraestructura mucho más amplia que la del vehículo eléctrico, y España tiene una gran experiencia en la utilización del GNC para grandes flotas urbanas además del mayor número de estaciones de GNL y GNC en corredores de toda Europa, pero en opinión de los expertos, “al final hay que tener un desarrollo paralelo con los fabricantes y distribuidores para que su comercialización sea un éxito”.
Según los objetivos comunitarios, se espera que en 2020 haya en circulación 18.000 vehículos a gas en España, pero por el momento, con datos de 2016, solo hay unos 6.150, “es una apuesta fuerte, pero es posible”, relata Claudio Rodríguez, director general de Infraestructuras de Enagas, “por eso pedimos peajes claros y fiables en el sector del gas, un sistema de precios adecuado, y que compitan entre sí las mismas tecnologías, valorando un esfuerzo de un sector que está haciendo una segura cohesión de los diferentes elementos del sistema”. También considera imprescindible impulsar un mercado energético europeo que mejore los corredores en el viejo continente.
“La planificación energética tiene que alinearse con todos los mecanismos de ayuda disponibles que tienen que ser diseñados y especificados desde la Administración pública”, añade Emilio Bruquetas, director general de Reganosa.
“El sector del gas vehicular ha pegado un salto importante en los últimos doce meses, estamos en un momento ideal para aprovechar las oportunidades que nos brinda el mercado”, explica Nuria Rodríguez, directora de Negocio Distribución Gas España, del Grupo Gas Natural Fenosa, “está claro que tenemos un problema de infraestructuras, sin estaciones de carga se hace difícil desarrollar esta tecnología, pero no solo se deben construir gasineras sino también fabricar vehículos a nivel masivo, y si esto ocurre, llegaremos al objetivo de 18.000 vehículos a gas en 2020”.
Para el sector, es fácil el coste de adaptación de la tecnología y por eso está triunfando en la compra de flotas para las empresas, además de ser una oportunidad frente al vehículo eléctrico, y “España tiene una situación muy superior al resto de Europa no solo por contar con siete plantas regasificadoras sino por la gran circulación de camiones que hay en sus carreteras”, señala Alejandro Cross, subdirector general de Políticas Sectoriales Industriales del Ministerio de Economía, “España está perfectamente preparada para el desarrollo de esta tecnología”.
El gas vehicular está considerado como un combustible de “emisiones casi cero” porque las emisiones de dióxido de nitrógeno (NOX) son prácticamente nulas, y las partículas (PM) suponen una reducción del 96% sobre los límites permitidos por la normativa europea, los dos elementos que más afectan a la salud de la población, además de contribuir al desarrollo del “efecto invernadero”. El GNC es el combustible urbano recomendado para taxis, vehículos comerciales ligeros así como los pesados urbanos.
En la actualidad, hay 46 estaciones de servicio en las que se puede repostar este tipo de combustible puntos de recarga por toda España, 29 puntos de recarga (cinco son de GNL y 24 de GNC), más 31 en empresas privadas, y se espera que aumenten en este año, ya que hay 20 puntos en construcción y tres más en desarrollo.
Transporte marítimo
El otro sector que todavía tiene un largo camino por recorrer es el transporte marítimo. Para Jordi Vila, responsable de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, “no hay ninguna duda de que las grandes ciudades, como Madrid, Lisboa o Barcelona van a limitar los coches diésel si quieren reducir los niveles de contaminación, París, México DC o Atenas ya están haciendo lo propio”, señala, “la relación entre los niveles de contaminación del aire y la salud pública son evidentes, pero en este contexto, las ciudades con puertos marítimos son especiales porque su principal actividad es el trasvase de mercancías y sus emisiones son muy relevantes en la contribución de la contaminación del aire”.
En la actualidad, suponen el 7,5% de las emisiones de NOx y entre el 5% y el 8% de las partículas, “y esto se verá incrementado con las medidas de reducción de circulación, entonces, ¿qué opciones tienen estas ciudades cuando la gobernanza pública no puede incidir en los buques que llegan a nuestros puertos?”, explica Vila, “pues podemos promover y facilitar al máximo que los buques que lleguen sean de gas, bonificándoles de algún modo, o electrificar los muelles (aunque no se ha hecho mucho porque los costes son muy elevados todavía)”.
Bajo el lema ‘El gas natural garantiza la calidad del aire’, el congreso ha reunido a más de 400 profesionales del sector del transporte y la energía, empresas, periodistas y representantes de las administraciones públicas.