El ministro de Interior griego, Panos Skurletis, se opone radicalmente a la venta del 40 % de las centrales eléctricas de la compañía semiestatal DEI, una de las principales reivindicaciones de los acreedores en sus negociaciones con Grecia.
“¿Por qué ignoran los acreedores lo que se ha acordado en la primera evaluación? ¿Por qué exigen cosas que no forman parte del acuerdo e insisten en la venta del 40% de las centrales de DEI?”, se pregunta Skurletis en un artículo publicado en el periódico Efimerida ton Syntaktón.
Hasta el estallido de la crisis en Grecia, en 2009, DEI tenía prácticamente el monopolio de la producción de energía en Grecia.
La liberalización del mercado de energía y la reducción de la cuota del mercado energético de DEI del actual 85 % a un máximo del 50 % es una exigencia de los acreedores de Grecia desde la firma del primer rescate en 2010.
El Gobierno no pone en duda el objetivo de reducir la cuota de DEI, pero ha diseñado un plan distinto que consiste en subastar de forma escalonada paquetes de electricidad a sus competidores a un precio menor que el coste de producción y la transferencia de las carteras de clientes.
Hasta el estallido de la crisis en Grecia, en 2009, esta compañía eléctrica tenía casi el monopolio de la producción de energía en Grecia.
DEI está ya parcialmente privatizada y el Estado griego conserva el 51 %, si bien de ese total el 17 % está en manos del fondo de privatizaciones TAIPED y por tanto listo para su venta.
“La liberalización del mercado (energético) no puede equivaler al cierre de DEI”, destaca Skurletis, quien hasta hace unos meses fue ministro de Energía y Medio Ambiente y, como tal, interlocutor de los organismos acreedores en las difíciles negociaciones sobre este tema.
En su artículo, Skulertis sostiene que es “costumbre de los acreedores no respetar lo que ha sido acordado y presentar nuevas exigencias, incluso en temas en los que ya hubo acuerdo en la primera evaluación”.
La negociación para el cierre de la segunda evaluación del programa asociado al rescate está en curso y ha pasado a una fase en la que apenas hay filtraciones a los medios.
Fuentes gubernamentales citadas por los medios han señalado que ha habido grandes progresos en los últimos días, salvo en el espinoso tema laboral, que sigue sin resolverse.