El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha quitado hoy hierro a la incidencia que puedan tener la política del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre la situación del sector energético en EEUU.
Imaz, que ha participado en el V Simposio Empresarial Internacional organizado por la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam) en Barcelona, ha afirmado que, más allá de las decisiones que tome Trump, “no va a haber cambio en las tendencias de fondo del sector”.
Ha subrayado que, en el caso de Estados Unidos, “la industria y la tecnología van a construir el futuro energético” del país.
Como ejemplo de ello ha explicado que en 2008 candidatos a las primarias del partido demócrata como Hillary Clinton o Barack Obama no tenían en su programa el “shale gas” (gas no convencional) y, sin embargo, EEUU ha vivido durante la etapa de Obama un “gran impulso” al gas no convencional que ha permitido al país reducir su nivel de emisiones de dióxido de carbono (CO2), al impulsar la transición del carbón al gas en la generación eléctrica.
En cualquier caso, Imaz, que ha precisado que Repsol tiene actualmente un 20 % de su producción en EEUU, ha tildado de “correcta” la decisión de Trump de resucitar el oleoducto de Keystone, cuyo objetivo es transportar petróleo desde la región canadiense de Alberta hasta Nebraska.
Por otra parte, el consejero delegado de Repsol ha pedido “coherencia en las políticas” europeas de reducción de dióxido de carbono.
En este punto, Imaz ha pedido “un mismo precio” por cada tonelada de CO2 que se reduce, de forma que primen las tecnologías y procesos industriales “más eficientes”.
Imaz ha asegurado que la diferencia entre un vehículo eléctrico y uno diésel son seis toneladas de dióxido de carbono en materia de emisiones a lo largo de su vida útil.
El directivo ha lamentado que mientras en Europa se pagan entre 1.000 y 1.600 euros en subvenciones por cada vehículo eléctrico, una empresa como Repsol ha logrado reducir en cuatro millones de toneladas sus emisiones de CO2 y lo hace “a coste, sin subvención”.