La empresa La Línea Vertical, especializada en el desarrollo de trabajos en altura, ha realizado, con la colaboración del Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec), una de las primeras inspecciones industriales de las antorchas de una refinería que se lleva a cabo con un avión no tripulado o dron en España, concretamente en la planta petroquímica de Cepsa en el Campo de Gibraltar.
En una nota, Línea Vertical ha indicado que los trabajos se desarrollaron en el mes de marzo y para su ejecución ha sido necesaria la autorización expresa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Fomento.
Ha destacado que se trataba del primer vuelo realizado con una aeronave no tripulada en el espacio aéreo restringido del Estrecho de Gibraltar y la comarca campogibraltareña. Asimismo, se trataba de un vuelo realizado sobre una refinería, un espacio aéreo prohibido, lo que también requiere de permisos especiales.
Las operaciones implicaron también el establecimiento de un protocolo de coordinación y seguridad con el helipuerto de Algeciras y el Aeropuerto Internacional de San Pablo de Sevilla.
Así, La Línea Vertical se ha encargado de las tareas de inspección de las antorchas de la refinería, mientras que Catec ha sido responsable de la obtención de los permisos de vuelo y su tramitación con AESA. Asimismo, CATEC se encargó de la puesta a punto del sistema RPAS utilizado durante los trabajos de inspección, mientras que sus técnicos se encargaron de realizar los vuelos de prueba en las instalaciones de CEPSA.
De esta forma, “se ha logrado realizar con éxito una nueva aplicación industrial con aviones no tripulados en España, demostrando las interesantes posibilidades de uso y explotación comercial que tienen las tecnologías asociadas a este tipo de aeronaves a diferentes sectores industriales”.
Según ha resaltado, gracias a los drones se pueden realizar inspecciones con la antorcha en funcionamiento y, en el caso de detectar algún problema o defecto, poder solicitar la pieza necesaria para su reparación con anterioridad a la parada técnica. Posteriormente, ya con todo preparado, se puede planificar la parada y solucionar la avería, obteniendo “importantes ahorros en costes y en tiempo para el cliente final”.