En la planta de fabricación de palas de aerogeneradores que Vestas tiene en Daimiel (Ciudad Real) el deterioro de la salud de los trabajadores ha sido causa de numerosas denuncias por parte de los sindicatos, a las que se ha hecho eco nuestro diario.
Según explican en un comunicado, la dirección de la planta se ha propuesto ocultar la realidad por medio del terror a la pérdida de empleo. En lugar de tomar medidas preventivas y realizar inversiones para paliar la situación, al igual que han hecho otras empresas del sector, la multinacional danesa reprime a quien haga pública la situación. Un delegado de CCOO acaba de ser despedido tras una baja por enfermedad telefónicamente.
El sindicato explica que ha sido un servicio de prevención al servicio de la empresa y no de la salud (Quirón Prevención) quien le consideró “apto con limitaciones” y, posteriormente, sin un nuevo reconocimiento, “no apto”. En su opinión la dirección de la compañía cumple un doble objetivo: llena de angustia al afectado y manda un mensaje claro a su plantilla y a las personas que están empleadas en la empresa de trabajo temporal: quién denuncie perderá su empleo.
En la fabricación de palas se utilizan epoxi-resinas y numerosos productos químicos que producen asma, alergias y sensibilidad química. Cuando han aparecido estos problemas en empresas como Siemens, Gamesa, Acciona y GE, se han tomado medidas preventivas y se han realizado inversiones importantes para paliar la situación. Algunas empresas de equipos de prevención han desarrollado equipos de protección individual específicos para estas funciones.
Lamentablemente, Vestas no ha seguido el mismo camino. Los sindicatos denuncian que el gigante eólico ha optado por ocultar datos, despedir a quienes enferman y reprimir a las personas que han hecho pública la situación.
La mutua FREMAP retiró la prestación a los trabajadores afectados después de reconocer su enfermedad profesional.
Todo ello ha llevado a la Inspección de Trabajo a sancionar a Vestas Daimiel tras las denuncias de CCOO. En marzo requirió a la empresa “por una evaluación de riesgos confusa” que no identificaba los riesgos “cuando las enfermedades profesionales aparecen en cualquier puesto de trabajo”, sin identificar a los trabajadores afectados. Para acabar, Vestas intentó, sin éxito, que la mutua FREMAP realice pruebas hospitalarias de dudosa fiabilidad para seleccionar a trabajadores y trabajadoras en función de su sensibilidad aparente a ciertos tóxicos y “posibles cancerígenos” empleados.
Por eso, concluyen que Vestas Daimiel ha despreciado la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que requiere a las empresas a buscar puestos de trabajo idóneos cuando hay trabajadores con limitaciones. CCOO de Industria activará todos los medios y recursos legales para evitar este atropello. El sindicato no descarta recurrir al artículo 316 del Código Penal, que castiga con penas de prisión a quienes ponen en peligro la vida, la salud y la integridad física de las plantillas.
1 comentario
Acaso Vestas necesita epsilones resistentes a las emanaciones tóxicas de las resinas para la fabricación de palas ?