El consejero delegado de Abengoa, Manuel Sánchez Ortega, se ha quedado a gusto en unas declaraciones al Financial Times en las que culpa a la Comisión Europea de obstaculizar el desarrollo de las energías renovables hasta convertirlas en una industria zombi.
Sánchez Ortega ha aprovechado la oportunidad de enviar un mensaje alto y claro a la Unión Europea, que esta semana vota en el Parlamento Europeo una serie de directivas sobre renovables y biocombustibles.
El CEO de la compañía no ha dudado a la hora de sacudir a los funcionarios europeos. "Hay disfunción en la política de Europa. La gente me pregunta que cómo es la burocracia en Latinoamérica o en África, y digo que es mucho mejor que en Europa".
Las comparativas son odiosas, pero a veces hacen falta para ver cuál es la situación real. Sánchez Ortega no ha dudado a la hora de criticar la regulación europea. "Es mejor estar vivo o estar muerto, pero el otro estado no lo quiere nadie". ¿Cuál es ese otro estado?, pregunta el FT, a lo que responde el de los muertos vivientes: "La UE está creando una industria zombi para las energías limpias".
"Lleva tanto tiempo aprobar y acordar algo para enviar mensajes claros a la industria que la gente está invirtiendo en otros sitios en lugar de hacerlo en Europa", critica el directivo.
Abengoa ha realizado fuertes inversiones en Europa en materia de biocombustibles, pero las dudas y la incertidumbre en la regulación hicieron frenar la inversión en una serie de plantas en Alemani, Francia y Reino Unido. Sánchez Ortega cree que "los políticos de la UE están tardando tanto en decidir qué tipo de mix energético quieren, especialmente en el sector de los biocombustibles, que las empresas no saben si deben seguir adelante o cerrar por completo".
Este hecho lo califica de "ridículo". "La UE lanzó hace más de diez años una serie de subsidios y otras medidas que obligaban al uso de biocombustibles, lo que originó una ola de inversiones en una industria que en 2011 generaba ingresos de 15.000 millones de euros. Pero las preocupaciones por que la producción de combustible con cultivos disparara el precio de los alimentos y la demanda por tierras agrícolas, aumentando el problema de la deforestación, llevó a los políticos hace tres años a pensarse de nuevo esa política", explica con preocupación.
Pero no solo vive de biocombustibles la multinacional española. Abengoa tiene muchos activos en energía solar, una industria que en boca de Sánchez Ortega ha perdido el liderazgo mundial. "Es una pena, porque desde un punto de vista tecnológico, las empresas europeas lideran la carrera de las energías limpias".
Por último, el CEO de Abengoa avanzó que ‘pretende expandirse por África, que alberga a 1.200 millones de personas sin acceso a electricidad".
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