Justo en la frontera entre Nevada y Oregón, bajo un volcán, se habría encontrado el mayor yacimiento del litio, y más concretamente de illita, del mundo que daría para abastecer al planeta durante unos cientos de años
La comercialización masiva de los vehículos eléctricos y, sobre todo, el auge de mercados como el chino ha provocado que se ponga la voz de alarma en lo que a materias primas se refiere para la fabricación de los mismos. Y es que como lleva ocurriendo décadas con el petróleo, los recursos que nos brinda el Planeta Tierra son limitados, más aún con la proliferación de los dispositivos electrónicos y, sobre todo, con el comentado crecimiento de los coches eléctricos.
En este sentido, el litio es uno de esos recursos que se ha visto más afectado aunque ahora podría tener un paréntesis gracias al último descubrimiento realizado por los vulcanólogos y geólogos de Lithium Americas Corporation, GNS Science y la Universidad Estatal de Oregón. Los mismos que a comienzos de este mes anunciaron que bajo la Caldera McDermitt, en la frontera entre Nevada y Oregón se ubicaría el que podría ser el yacimiento de litio más grande del momento. Porque según los análisis previos allí podría haber entre 20 y 40 millones de toneladas métricas de litio, más del doble de lo hallado bajo el salar boliviano de Uyuni, considerado en su momento como el depósito más grande del planeta.
Reserva natural
Con esta cantidad de litio, las reservas se dispararían y Estados Unidos se colocaría además como la primera potencia en este aspecto, superando a Australia y, sobre todo, a China. Pero hay más. Porque no solo hablamos de la cantidad sino que lo que hay oculto sería un tipo de arcilla inusual, compuesta por illita y que contiene entre 1,3% y 2,4% de litio en el cráter volcánico. Esto es casi el doble del litio presente en el principal mineral arcilloso que contiene litio, la esmectita de magnesio, que es más común que la illita.
No obstante, no todo iban a ser buenas noticias y es que para explotar esta nueva mina hay se haría un daño irreparable a la que es una de las zonas consideradas como sagradas por los nativos americanos. Tanto es así que grupos activistas e indígenas ya han mostrado su oposición a su extracción con argumentos presentados ante los tribunales del gobierno norteamericano. No solo eso, sino que el coste medioambiental sería elevadísimo pues el procesamiento de litio requiere de muchos recursos, pudiendo desembocar en el riesgo para las aguas subterráneas y, por ende, para la fauna local. A todo ello se suma la extracción, pues para fabricar baterías de litio es necesario la quema de combustibles fósiles, lo que genera hasta 70% más de emisiones de carbono al ambiente con respecto al coste para un vehículo a gasolina.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios