La red de operadores de transporte de electricidad (TSO), ENTSO-e, ha publicado recientemente su informe final sobre perspectivas para el invierno 2022-2023.
En él habla sobre la tensión que se está viviendo en Europa en cuanto a la seguridad de suministro se refiere. Dicen los operadores que hay mucha más tensión que otros años, debido principalmente a la crisis energética y a la guerra de Ucrania.
En dicho informe señala a seis países dentro de la Unión Europea como los que pueden corre mayor peligro a la hora de asegurarse el suministro eléctrico.
La principal tensión del sistema se identifica en los sistemas de Irlanda, Francia, el sur de Suecia, Finlandia, Malta y Chipre.
Tres de ellos son islas y que sólo por esta condición dependen de terceros para su suministro y es por ello que siempre salen entre los posibles perjudicados.
Ojo a la nuclear y el carbón
Y los otros tres países, Francia, Finlandia y el sur de Suecia, es por el estado de su energía nuclear, de la que los operadores no se fían mucho de cara al invierno y pueden desestabilizar estos sistemas.
Además, ENTSO-e también señala a Alemania y Polonia y su altísima dependencia del carbón, para tener muy en cuenta y controlar el suministro, aunque en este caso en menor medida.
“Hay algunos riesgos adicionales identificados para el invierno que pueden materializarse y tener un impacto sustancial en la situación de adecuación, especialmente si coinciden. Es necesario un estrecho seguimiento de las incertidumbres en torno a la disponibilidad nuclear en Francia, Suecia y Finlandia, así como del suministro de carbón en Alemania y Polonia”, señala ENTSO-e.
Los operadores creen que el gas seguirá siendo el protagonista en el mercado eléctrico europeo, aunque unas condiciones climáticas favorables pueden aliviar esta dependencia del sistema eléctrico.
El caso español
En cuanto a España, ENTSO-e asegura que no habrá problemas de suministro energético. “No se esperan problemas de adecuación en España para el próximo invierno, pero se prevén márgenes de adecuación ajustados”, dice el informe.
Destacan las medidas de ahorro y eficiencia así como la puesta en marcha del mecanismo de Servicio de Respuesta a la Demanda Activa.
Lo que sí le preocupa a los operadores del sistema eléctrico español es la sequía y la baja producción hidroeléctrica que le hará depender más del gas para generar electricidad.