El comisario europeo de Energía y Medio Ambiente, Miguel Ángel Arias Cañete, ha señalado que el 90% de las centrales nucleares de la Unión Europea cerrará en 2030 si no se prorroga su vida útil y ha recordado que este tipo de energía produce el 30% de la electricidad que se consume.
Las centrales europeas tienen una edad media de 29 años, que sube hasta los 31 para las siete que están en funcionamiento en España, donde cubren el 21 por ciento de la producción eléctrica, ha recordado Árias Cañete en la 42 Reunión de la Sociedad Nuclear Española (SCE), que se celebra en Santander.
Una de las grandes reivindicaciones de la SCE, que agrupa a los profesionales del sector nuclear, es alargar la vida de las centrales a 60 años. Ahora pueden funcionar durante 40 y sus autorizaciones se renuevan cada diez.
A juicio del comisario europeo, el envejecimiento de la "flota" nuclear europea hará necesario adoptar "importantes decisiones", tanto si se prorroga su vida útil como si se desmantelan y en ambos casos habrá que hacer "importantes inversiones".
Arias Cañete ha subrayado que cada país de la Unión decide si modelo energético pero todos están obligados a reducir sus emisiones para cumplir los acuerdos de París sobre cambio climático, que obligarán a bajarlas un 40% en 2030 y entre un 80% y un 95% en 2050.
Ha recordado que la nuclear, además de ofrecer seguridad en el suministro porque no es intermitente, no emite carbono y es competitiva, características que encajan en los objetivos europeos.
Según el comisario de Energía, no todas las opiniones públicas de todos los países son iguales en la UE, donde la mitad de los socios (14 con 129 reactores) utilizan la energía nuclear para producir energía.
Y ha explicado que el papel que la corresponde a la UE es garantizar la seguridad en aquellos que decidan apostar por este tipo de energía y de hecho, ha subrayado que, desde el accidente de Fukushima, se ha reforzado "considerablemente" el marco legal para reducir los riesgos, sobre todo en lo que se refiere a las pruebas de resistencia.
Además la legislación obliga a definir políticas para la gestión del combustible gastado y el almacenamiento de los residuos radiactivos, que "es una preocupación mayor de los ciudadanos".
En su opinión, la energía nuclear solo puede estar "a la altura de los retos y del papel que la corresponde" si la seguridad se mantiene "en el centro de la atención política y técnica".
También ha abogado por pactos nacionales que garanticen que la política energética, que es vital para la industria, no cambie cuando cambian los gobiernos.
La Unión Europea está a la cabeza en tecnología y lidera el gran proyecto global para la producción de energía mediante fisión nuclear en el reactor más grande del mundo, el ITER, un proyecto "muy complejo" que "abre un horizonte totalmente distinto", ha apuntado Arias Cañete, quien ha señalado que tras los retrasos que ha venido sufriendo, se ha fijado un nuevo calendario que tiene como horizonte 2035.
El comisario europeo ha compartido la sesión en esta reunión con el director de control de riesgos de EDF Energy, el británico Mike Harrison, el mismo día en que se ha firmado en el Reino Unido el contrato para construir la primera central después de 20 años, Hinkley Point.
Harrison ha insistido en la necesidad de que el sector nuclear se abra a la sociedad y de que incorpore a jóvenes y a mujeres. Según las últimas encuestas, el 60% de los británicos está a favor de la energía nuclear pero la mayoría son hombres de más de 67 años.
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