Arias Cañete: Hay que hacer una transición energética socialmente justa

El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha asegurado en relación con el futuro de la minería de carbón en comunidades como Castilla y León que "hay que hacer una transición energética socialmente justa".

Antes de participar en Segovia en la clausura del IX Día Eólico, Arias Cañete ha asegurado que, en la estrategia de descarbonización, en el horizonte de 2050, "los combustibles no tienen ningún papel que jugar".

Arias Cañete ha explicado que la UE aboga porque ninguna comunidad autónoma o sector quede rezagado y no se beneficie de los impactos positivos de la transición.

Por eso, en su opinión, se ha planteado la creación de una plataforma para regiones carboníferas en transición y se está planteando la creación de mecanismos de apoyo, además de que el Parlamento Europeo ha pedido la aprobación de un fondo especial para financiar esa transición.

A juicio de Arias Cañete, "hay que crear todos los marcos de apoyo económico para garantizar que haya una reconversión de zonas afectadas por la transición, no solo en el sector del carbón, sino en el del automóvil, estudiando cómo hacemos la recapacitación profesional y cómo se reorienta la industria auxiliar".

El también exministro español ha sostenido que "la transición energética debe ser ordenada, progresiva y socialmente justa porque, si los ciudadanos no se convierten en protagonistas de la transición energética, no conseguiremos ningún resultado".

Vislumbra un "futuro espectacular" para empresas de renovables

Arias Cañete, también ha vislumbrado un "futuro espectacular" para todas las empresas que se dedican a energías limpias en la UE, en los próximos años. Ha subrayado a los periodistas, antes de finalizar la jornada, que "hay que descarbonizar la economía y producir con energías renovables y las eólicas van a ser fundamentales".

Además, el también exministro español ha asegurado que "la creación de empleo en el futuro va a estar vinculada a los procesos de descarbonización y de transición energética, donde las renovables van a jugar un papel fundamental".

Ha recordado que para 2020 se plantea el objetivo de energía renovable de un 20% en la UE, para elevarlo al 32%, en 2030, con futuras cláusulas de revisión.

De ahí que el comisario europeo haya considerado que la industria de las renovables "va a tener que colaborar a que los Estados miembros cumplan los objetivos y tendrán que crear las condiciones necesarias para que las empresas puedan desarrollar la actividad".

Arias Cañete ha abogado porque en la campaña electoral de los próximos comicios europeos "se hable de los temas que importan a los ciudadanos, como el cambio climático".

En este sentido ha revelado que, cuando se hacen estudios de opinión en la UE, "los españoles están a la vanguardia de la preocupación, hasta el punto de que un 13%, por encima de la media europea, considera que el cambio climático es el máximo desafío global que tiene planteado el mundo".

El comisario comunitaria ha insistido en que en esta campaña se debe hablar de asuntos como cambio climático, transición energética, energías renovables y de cómo España va a producir la energía más limpia y competitiva.

Ha recordado que la Comisión ha reformado todo el mercado energético para que haya más competitividad y que se están desarrollando energías renovables competitivas, además de estudiar las condiciones para que la UE sea un mercado único integrado de la electricidad.

Para Arias Cañete el objetivo es que existan "garantías de limpieza en la energía y que los ciudadanos accedan a energía más barata, regulando también el autoconsumo puede contribuir a abaratarse los procesos".

Asimismo ha explicado que han trabajado por la eficiencia energética de los edificios en un conjunto de legislación dirigido a crear marcos para garantizar que, al final del proceso, las tarifas sean más asequibles para los consumidores, dentro de la competencia.

Sin nombrarlos, Arias Cañete ha recordado que hay siete gobiernos que no han enviado los planes de energía y clima, lo que debían hacer antes del 31 de diciembre pasado.

Una vez que los envíen, la Comisión los analizará para ver si tienen los elementos suficientes para cumplir con toda la legislación comunitaria.