El planeta ya está inmerso en un proceso de cambio climático que podría ser irreversible. "La especie humana ha estado en guerra con la naturaleza y ahora contraataca", ha dicho el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres durante la presentación de la COP25, "estamos en el hoyo y cavando, y es demasiado tarde para escapar".
Es el momento de actuar, como dice el lema de esta Cumbre ( 'Tiempo de actuar'/'Time for action'), y por eso, durante doce días más de 25.000 participantes entre Jefes de Estado y de Gobierno, ministros, representantes de gobiernos de 196 países, organizaciones internacionales, grandes empresas y organizaciones empresariales, actores de la sociedad civil y de distintas ONG ambientales de todo el mundo, trabajarán por un objetivo: implementar el único aspecto que queda sin acordar para la operatividad plena del Acuerdo de París, el artículo 6, referido a la regulación de los mercados de carbono.
El amplio artículo 6 del Acuerdo climático recoge que "se establece un mecanismo para contribuir a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero [...]. El mecanismo será supervisado por un órgano que designará la Conferencia de las Partes en calidad de reunión de las Partes en el presente Acuerdo".
Según explica Carbon Brief, las reglas del Artículo 6 para los mercados de carbono y otras formas de cooperación internacional, son la última parte del Acuerdo de París en resolverse, después del 'libro de reglas' que se acordó a fines de 2018. Para sus defensores, este Artículo ofrece un camino para aumentar significativamente la ambición climática o reducir los costes, al tiempo que involucra al sector privado y anima al sector financiero, al tecnológico y a la experiencia en nuevas áreas.
Para sus críticos, corre el riesgo de socavar la ambición del Acuerdo climático en un momento en que existe la evidencia clara de la necesidad de ir más allá y más rápido para evitar los peores efectos del cambio climático. El reglamento del Artículo 6 es un conjunto de prioridades nacionales entrelazadas, superpuestas y en conflicto, un verdadero "espagueti de cuatro dimensiones" de líneas rojas, que deberá cambiarse durante esta Cumbre o, en su defecto, en la COP26 en Glasgow en 2020.
Hay mucho en juego antes de la próxima COP, en 2020, donde los países deben aumentar su ambición hacia el objetivo 1,5ºC, muy por debajo de 2ºC del Acuerdo de París.
Pero también el foco de esta cita se ha puesto en la importancia de que los países firmantes anuncien su voluntad de aumentar la ambición climática, incrementando sus contribuciones nacionales de reducción de CO2 (NDC), algo que deberán expresar formalmente a lo largo de 2020 y confirmarlo en la COP26 que se celebrará en Glasgow (Reino Unido).
"Nos gustaría que las economías del mundo fueran mucho más entusiastas porque lo que hacen tienen efecto en su casa y para la casa de todos, pero no puede ser su lentitud una excusa para que los demás dejemos de hacer, al contrario, todos tenemos que hacer lo que esté en nuestras manos, incluso por una actitud egoísta, para nuestros conciudadanos de hoy y para los del futuro", ha dicho en una entrevista a A3 la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Pero ¿cuál es la postura de cada uno de los grandes países o áreas geográficas del planeta?
La posición de China, claramente a favor de reducir emisiones hace unos años, ha cambiado. Su nuevo viceministro del Ministerio de Medio Ambiente, Zhao Yingmin, en reemplazo del veterano Xie Zhenhua, (supervisó el pacto climático entre EEUU y China en 2014, no parece que quiera tener tanta influencia política. Las noticias de China son sombrías, según ECP.
Para el segundo país más contaminante del mundo, EEUU, tampoco pintan bastos. Mientras Trump comienza a abandonar el Acuerdo de París, que entraría en vigor un día después de las elecciones presidenciales de 2020, los demócratas vienen a Madrid para argumentar que son parte de la solución gracias a la financiación millonaria de uno de los candidatos más conocidos, Michael Bloomberg.
Le toca el turno a Europa, que ya se le considera el líder de la batalla contra el amenazante calentamiento del planeta. No solo el Parlamento Europeo ha aprobado la declaración de 'emergencia climática' sino que el BEI ha anunciado que pondrá fin a la financiación del petróleo, el gas y el carbón a partir de 2021, y la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya ha dicho que el 12 o 13 de diciembre se aprobará un objetivo de neutralidad climática para 2050.
Otros grandes países contaminantes que tienen planes claramente insuficientes son Rusia, India, Brasil y Australia. Excepto las últimas noticias del Kremlin, que aseguran que van a hacer todo lo posible por cambiar la economía para que se convierta en "verde" y que sancionarán a aquellos que no utilicen la tecnología moderna, en el resto de países el liderazgo político ha cambiado en los últimos años y ha dado un giro hacia posiciones menos ambiciosas.
En los próximos días se presentarán numerosas propuestas por parte de los diferentes expertos y organizaciones internacionales, pero según European Climate Foundation, la COP25 es una paradoja. Unos dicen que es una oportunidad para que los gobiernos aborden la 'crisis climática', pero la agenda es limitada. Las demandas de la sociedad civil en torno a la acción global son increíblemente ambiciosas, pero se esperan pocos planes climáticos nuevos en este sentido. Urgencia será la palabra de moda, pero cualquiera que espere una acción radical en la capital española quizás no debería contener la respiración. Sin embargo, como mínimo la ONU, Chile y España presionarán a los gobiernos para que utilicen la COP para señalar metas y planes más ambiciosos en 2020.
El Periódico de la Energía no solo informará puntualmente de lo que ocurra durante estos días, sino que además participará activamente con la moderación parcial de uno de los paneles de discusión en el side-events de la Zona Azul, la organizada por Naciones Unidas. El próximo 10 de diciembre, entre las 16:45 y 18:15, se celebrará la mesa "A solar-centered Energy mix to fight against climate change", donde Laura Ojea realizará una parte de la moderación.
El evento se compone de un discurso de apertura de Jeffrey Sachs (asesor especial de la ONU) titulado "Nuestro futuro de cero emisiones" y de dos paneles de discusión: El papel principal de la energía solar en la lucha contra el cambio climático y como una solución para proporcionar acceso a la electricidad en las comunidades rurales. Ademas de Sachs, participarán Tony Jin Yong, CEO de HUAWEI; Sandra Cubero de Protermosolar; Gaetan Masson, vice-Chairman de la European PV technology Platform; Pranav Mehta, Chairman de Global Solar Council (GSC); Raúl Morales, CEO de SOLTEC; Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España; Joan Herrera; Ursula Ferrari, presidenta para el Desarrollo de la Energía Solar y Eólica en la Sociedad Peruana de Energías Renovables; Arnulf Jäger-Waldau, Scientific Officer and Senior Scientist en Energy Efficiency and Renewables Unit de la Comisión Europea, José Donoso, director general de UNEF; y Joan Groizard, director general del IDAE.
Dabama
02/12/2019