Reino Unido podría vivir una revolución energética sin precedentes. El plan que prepara el Gobierno de Theresa May es, cuanto menos, sorprendente. Tanto es así, que de salir bien, los consumidores británicos podría llegar a ahorrar en su factura de la luz más de 44.0000 millones de euros (40.000 millones de libras).
Pero ¿qué se propone ese revolucionario plan? Se basa en tres pilares, en la forma en la que se genera, se usa y se almacena la electricidad. Su objetivo es fomentar el autoconsumo, que los consumidores (de todo tipo) generen su propia energía con los paneles solares. Parece increíble pensar que en la nublada y lluviosa Inglaterra se apueste tan decididamente por la fotovoltaica, pero la realidad se impone. En tan solo tres años, su crecimiento ha sido imparable y el pasado 26 de mayo lograba cubrir el 24,3% de la demanda eléctrica del país.
Pero para las autoridades no es suficiente. Con la nueva normativa, Reino Unido espera incentivar el autoconsumo con paneles solares, el almacenamiento energético y la venta de los excendentes a la red. Si funciona el plan, los consumidores ahorrarán entre 19.000 millones de euros (17.000 millones de libras) hasta 44.000 millones (40.000 millones de libras) en 2050, según cifras del gobierno y del regulador Ofgem.
Y se espera que entre en vigor a lo largo del próximo año.
La gestión de la demanda también cobrará importancia. El Gobierno ha preparado una batería de propuestas, como reducir el coste eléctrico a quien programe su lavadora para que se ponga en funcionamiento a través de una_ app online_ en el momento que la energía solar esté más barata, y así maximizar su uso. También pretende apoyar a los hogares que acepten tener sus congeladores apagados durante unos minutos para rebajar la demanda en las horas punta.
Pero los negocios, las pymes y empresas en general, también pueden apuntarse al carro. Se beneficiarán de las medidas aquéllas que decidan apagar brevemente su aire acondicionado para ayudar a equilibrar la demanda de energía de la red eléctrica en las horas pico, y sobre todo, quienes más ganarán con los nuevos planes del Gobierno son quienes inviertan en paneles solares y almacenamiento.
Actualmente se cobran peajes por consumir electricidad del sistema eléctrico y también si se vende a la red. El gobierno se ha dado cuenta de que se deben eliminar estos peajes porque disuaden a la gente de usar la energía con más flexibilidad y de una manera que beneficie a todos.
Gracias a las mejoras en tecnología digital, el almacenamiento de baterías, las renovables y la gestión de la demanda, que ya se están incorporando en la sociedad sin el impulso del Gobierno, millones de personas en todo el Reino Unido ya generan y almacenan su propia electricidad.
Y como de todos esos ingredientes, el almacenamiento es el que está tecnológicamente más atrasado, Reino Unido ha anunciado que pondrá en marcha un "Instituto de Baterías" que servirá para financiar empresas que realicen avances en investigación y desarrollo de esta tecnología. Son tan ambiciosos que quieren incluso superar a sus competidores de Corea del Sur, Japón y China. Quieren convertirse en los líderes del sector.
En unos años, en lugar de predecir una demanda máxima y luego construir centrales eléctricas para satisfacerla, los reguladores podrán incluso comerciar con Negavatios (electricidad negativa).
Para toda esta estrategia, el Gobierno estima una inversión de 275 millones de euros (246 millones de libras), que se incluirán en la estrategia industrial de los próximos años, donde la energía será la columna vertebral.
En definitiva, los estudios aseguran que la regulación energética actual no es apta para la era digital a la que nos enfrentamos porque desincentiva el uso de la energía con eficiencia y flexibilidad. Y es que hizo antes de la revolución digital y antes del auge de la energía renovable. Por eso, ha llegado la hora de cambiar, y Reino Unido lo tiene claro.
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