Uno de los socios de Orsted en dos parques eólicos marinos, la compañía norteamericana Eversource, ha decidido salirse del negocio de la eólica offshore. Tanta necesidad de capital ha llevado a la energética a tomar esta decisión. Las cuentas no salen.
Su salida del negocio offshore se ha traducido en la venta de su participación del 50% en los proyectos marinos South Fork Wind y Revolution Wind en aguas estadounidenses en un acuerdo de 1.100 millones de dólares (1.030 millones de euros).
El comprador no ha sido otro que el fondo de infraestructuras GIP, que en estos momentos está siendo comprado por el otro gran fondo BlackRock por algo más de 12.500 millones de dólares, unos 11.400 millones de euros.
¿Qué tiene que ver esto con Orsted? La danesa es la propietaria del otro 50%. El gigante de la eólica marina no pasa por su mejor momento. Está saliendo de algunos mercados donde pensaba crecer en este negocio como es el caso de España y ha despedido a 800 trabajadores de esta línea de negocio.
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