La Comisión Europea ha abierto una investigación en profundidad para determinar si las ayudas de Reino Unido para la conversión de la planta eléctrica de carbón de Lynemouth (noreste del país) de forma que opere únicamente con biomasa se ajustan a las reglas comunitarias sobre ayudas de Estado.
La planta en cuestión tendrá la capacidad de generar 420 MW de electricidad renovables producida únicamente a partir de gránulos de madera. El explotador de la central obtendrá su remuneración de vender la electricidad al mercado. Pero cuando el precio mayorista medio esté por debajo del precio de venta pactado con el Gobierno británico, éste pagará un complemento. La planta requerirá aproximadamente 1,5 millones de gránulos de madera de Estados Unidos y Canadá.
En esta fase, Bruselas cree que la tasa de retorno real del proyecto podría ser superior a lo que estiman las partes y podría conducir a una sobrecompensación. Además, la cantidad de gránulos de madera que deben importarse es considerable, por lo que subvencionar este elevado volumen podría distorsionar significativamente el mercado de la biomasa.
Por ello, el Ejecutivo comunitario considera que los efectos negativos de la ayuda sobre la competencia podrían contrarrestar los efectos positivos de lograr los objetivos de la UE en materia de energía renovable.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios