La Comisión Europea (CE) ha anunciado la apertura de una investigación para examinar si la contribución del Estado francés a la financiación de la reestructuración del grupo nuclear Areva le concedió una ventaja contraria a las normas de competencia de la Unión Europea (UE).
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, declaró a través de un comunicado que, dada la amplitud y la importancia de la operación llevada a cabo por Areva, la CE debe comprobar "si su plan de reestructuración es sólido y si las ayudas del Estado no distorsionan indebidamente la competencia en el mercado único".
"Nuestro objetivo es asegurar un futuro sostenible para Areva sin que deba recurrir más a nuevas ayudas del Estado", añadió.
El Estado francés posee un 86,5% de las acciones del grupo Areva, cuya actividad se extiende al conjunto de mercados de la energía nuclear y que lleva sufriendo dificultades financieras desde hace más de cinco años.
En abril de 2016, Francia notificó al Ejecutivo comunitario un plan de reestructuración para restaurar la competitividad y sanear la estructura financiera del grupo que comportaba inyecciones de capital público por valor de 4.000 millones de euros.
En el comunicado, la CE señala que las ayudas estatales a empresas en dificultades pueden ser autorizadas "bajo ciertas condiciones", en la medida en que respondan "a un objetivo de interés común sin alterar la competencia de una manera indebida".
Mediante esta investigación, la CE tiene intención de comprobar que "las hipótesis del plan de reestructuración para restablecer la viabilidad de la empresa son lo suficientemente realistas para permitir a Areva operar sin inyecciones continuas de dinero público".
Según las directrices de la UE sobre las ayudas estatales para el rescate y la reestructuración de entidades en dificultades, el plan en cuestión debe prever medidas que permitan limitar las alteraciones de la competencia inducidas por la ayuda pública.
Además, el beneficiario de la ayuda debe contribuir "de manera apreciable" a la cobertura de los costes de la reestructuración.
La CE también pretende "verificar" que las medidas propuestas por Francia para limitar las distorsiones de la competencia sean "proporcionales a las distorsiones creadas por la ayuda otorgada", y que el grupo contribuya "de manera real y suficiente" a sufragar los costes de esta operación.
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