El comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, ha recalcado la soberanía de los Estados para decidir sobre la vida útil de las centrales nucleares, pero ha recordado que si hay un nuevo proyecto de inversiones para Garoña, deberá ser supervisado por la Unión Europea.
Cañete ha hecho estas afirmaciones en los pasillos del Congreso de los Diputados antes de comparecer ante la Comisión Mixta para la Unión Europea para explicar el nuevo paquete energético.
A preguntas de los periodistas sobre el dictamen favorable a la reapertura de la central de Garoña (Burgos) aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el comisario ha subrayado que los países son soberanos para elegir su "mix energético".
"Los reguladores nacionales son autónomos, analizan y obligan a inversiones para garantizar la seguridad", ha afirmado Cañete, que ha insistido en que cuando las centrales llegan al fin de su vida útil, los Estados pueden desmantelarlas, pararlas o prolongar su funcionamiento, pero "siempre que tengan condiciones de seguridad".
Unas condiciones que deberán ser supervisadas por la Unión Europeo, de acuerdo a los "estrés-test" puestos en marcha desde el accidente nuclear de Fukushima y que han endurecido las condiciones para que una central se pueda volver a abrir.
Por eso, ha recordado, que si el Gobierno decide prorrogar la vida útil de Garoña, deberá notificar a Bruselas el nuevo proyecto de inversión para que la Comisión Europea lo analice y determine si cumple la condiciones de seguridad de acuerdo con los reguladores nacionales, que "tienen la última palabra en esta materia".
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