El próximo 30 de junio los ciclos combinados dejan de recibir los pagos por capacidad por disponibilidad según la Orden ETU/1133/2017 del pasado mes de noviembre. Energía decidió que este año tramitaba esa disponibilidad en vez de anualmente como en años anteriores, de manera semestral. Esto supone que este tipo de centrales dejarán de recibir los alrededor de 5.000 euros por MW instalado dentro de mes y medio.
La decisión tenía una razón de ser. Nadal esperaba que para entonces Europa ya hubiera aprobado los nuevos diseños de los mercados eléctricos donde se incluía un nuevo modelo, los mecanismos de capacidadque se basan en establecer una cierta remuneración por la capacidad futura para incentivar la inversión y garantizar la seguridad del suministro. Un nuevo sistema que, al formar parte del 'paquete de invierno', se está retrasando, visto el ritmo que llevan las negociaciones en los trílogos, y no se le espera hasta finales de este año como pronto.
"Es prudente la aplicación del servicio de disponibilidad con carácter semestral, en espera de una próxima reforma más profunda de los mecanismos de capacidad, en línea con directrices Europeas y que permita su eficaz adaptación a la situación de mayor penetración de generación renovable y baja interconexión" decía la Orden Ministerial, pero ese periodo llegará a su fin antes de que la esperada reforma llegue, y por tanto, los ciclos combinados dejarán de percibir esa retribución.
"El Gobierno tomó esta decisión porque estaba a expensas de lo que se dijera en Bruselas, y mientras tanto buscó una alternativa, legislar solo para los primeros seis meses del año", explican fuentes del sector, "los nuevos conceptos, las nuevas regulaciones, se esperaba que estuvieran ya aprobadas en el primer semestre del año, y por tanto que hubiera ya algo preparado", explican fuentes del sector eléctrico, "pero nos encontramos que todas las centrales dejarán de percibir los pagos que les retribuyen por disponibilidad".
La situación se agrava si además esas centrales ya han cumplido o van a cumplir 10 años de vida, porque también habrán dejado de recibir la retribución por incentivo a la inversión, la otra pata de los pagos por capacidad. Eso significa que dejarán de ingresar alrededor de 10.000 euros por MW instalado dependiendo de un factor de corrección y de las características de cada central. Y no es una cuestión baladí. Desde 2002 hasta 2011 se han instalado 67 ciclos, para albergar una potencia instalada de 25.353 megavatios, la tecnología con mayor capacidad en toda España, lo que significa que un amplio porcentaje de ellos ya cumplen el requisito de la edad.
"Que dejen de recibir los alrededor de 15.000 euros/MW pone en jaque la viabilidad de muchos ciclos combinados", continúan las fuentes, "ya que a excepción del año pasado, el grado de utilidad de dichas plantas está siendo entorno a un 10%, más aún este invierno donde el viento y el agua han sido tan abundantes que han expulsado del mercado mayorista a muchas centrales de gas ".
Su futuro se presenta negro. Una de las consecuencias más directas podría ser la avalancha de peticiones de cierre aún a costa de que progrese la Proposición de Ley del grupo parlamentario popular de evitar el cierre de centrales. Pero ¿qué otras opciones les quedan a las eléctricas?
"Lo suyo es que el Ministerio de Energía aprobara en estos meses una prórroga que permitiera ampliar el plazo de los pagos por capacidad, pero todos sabemos que el objetivo prioritario de Nadal es abaratar todo lo que se pueda el precio de la luz y en sus discursos siempre defiende el carbón y las nucleares como la mejor opción para conseguirlo, por lo que si se puede quitar esta partida del recibo eléctrico mucho mejor para él", añaden, "de hecho, el gas solo lo ve como una tecnología para el futuro. Pero si las centrales no son rentables ahora, ¿cómo van a aguantar para estar después?".
La otra opción que se podría barajar es la que se habló durante un tiempo pero que duerme el sueño de los justos: la hibernación. En el año 2013, el Ministerio de Industria circuló una propuesta de Real Decreto para favorecer la hibernación de estas centrales ante la situación de infrautilización de alguna de ellas, pero nunca llegó a aprobarse. "Sin embargo, si existiera esta posibilidad, al menos los ciclos dejarían de perder dinero, porque podrían dejar de pagar la factura del gas y los altos peajes que se incluyen en ella, también se eliminarían los costes de aprovisionamiento y además, al no necesitar tanto personal (solo para mantenimiento), se reducirían exponencialmente los gastos en recursos humanos", precisan.
"Igual a Nadal puede que no le importe que se cierren unos 2.000 o 3.000 MW de ciclos pero si quiere mantener toda la capacidad que existe actualmente en España, además de prorrogar los pagos por disponibilidad, debería abrir la puerta a la hibernación", concluyen las fuentes, "las eléctricas están a favor de esta opción pero no como se redactó aquel Real Decreto, que solo les daba el plazo de un año, un periodo tan corto que apenas tendría sentido, solo en el proceso de cierre y apertura ya podría llevar ese tiempo". De permitirse la hibernación, "mínimo debería ser de tres años".
Mecanismos de capacidad
El panorama es bastante desolador para las grandes eléctricas que ven como sus inversiones no han servido para mucho. Mientras se decide qué hacer con los ciclos, Europa debe determinar cómo se van a regular y organizar los mecanismos de capacidad, las subastas tecnológicamente neutras que pongan en valor la disponibilidad y la flexibilidad que otorgan dichas centrales. "El Gobierno deberá decidir qué nivel de suministro quiere, qué colchón necesita como energía de respaldo y qué dinero va a destinar para mantenerla", advierten.
"La primera regla es que sea un mecanismo de mercado que no lo fije el Ministerio sino la oferta y la demanda las que ajusten su funcionamiento bajo la máxima de la competitividad. Una subasta donde puedan acudir desde los ciclos combinados hasta cualquier consumidor dispuesto a ofrecer su energía, como la interrumpibilidad de la industria electrointensiva, los cogeneradores, las centrales térmicas, e incluso consumidores finales" explican las mismas fuentes, "Europa solo debe decidir el método para operar, según el modelo francés, que quienes compran esa energía de respaldo son los propios consumidores, o el modelo inglés, que es el Gobierno quien lo centraliza".
Pero mientras esperamos, el futuro próximo de los ciclos se presenta complicado.
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