Aunque la penetración en el mercado español está siendo lenta, los coches eléctricos están cada vez más presentes en nuestras vidas. En el pasado mes de agosto por primera vez se rompió la barrera del 6% de cuota de mercado y en algunos países del Viejo Continente su peso es ya de un cuarto del mercado total (hablamos de regiones más volcadas con este tipo de movilidad como puedan ser Francia, Alemania o los Países Bajos).

Una confianza que se ha visto incrementada, en algunos casos, con la mejora en la autonomía de los modelos, con una media en la gran mayoría que se establece en los 400 km en circulación real, con una mayor infraestructura de carga (este es uno de los puntos débiles de nuestro país) y con un precio cada vez más ajustado gracias al aumento de los fabricantes chinos.

Y es que como en muchos aspectos de nuestra vida, el comprar un coche eléctrico supone una inversión y más concretamente a largo plazo. Cierto es que la rentabilidad a la hora de realizar kilómetros a diario es infinitamente mayor que un vehículo de combustión, sobre todo si tienes la posibilidad de cargarlo en casa, de hacerlo en tramos horarios valle o super valle y de elegir fuentes de energía renovable para ello. Pero ahora gracias a un estudio publicado en The Harvard Gazette y realizado por Lucas Woodley y Ashley Nunes nos dice a partir de qué número de kilómetros son los coches eléctricos rentables.

Mejor en movimiento

Antes de entrar en el dato que de verdad te interesa, has de saber que este mismo análisis asegura que si vas a realizar pocos kilómetros al año te olvides de comprarte un coche eléctrico y sigas optando, mientras nos dejen, por uno de combustión. El principal motivo, la fabricación de las baterías, un elemento ausente lógicamente en ellos y que reduce significativamente su huella de carbono.

Pero si tienes en mente cubrir entre 45.173 y 109.693 kilómetros, ahí es donde los eléctricos comienzan a ser mucho más ecológicos. De hecho el estudio confirma que si recorres una media de 55.800 km al año es donde tu vehículo eléctrico ya empezaría a ser rentable. Todo ello siempre y cuando no hayas tenido que cambiar la batería pues no solo supondrá un agujero para tu presupuesto ya que se estima que el coste puede llegar hasta los 20.000 euros, sino que dispararía la media de CO2 de un eléctrico porque la fabricación de esta parte, como te hemos dicho, es la que penaliza su huella verde.

Las conclusiones a las que han llegado Woodle y Nunes han sido basadas en el análisis de las subvenciones y la forma en que el gobierno de los Estados Unidos incentiva la adquisición de vehículos eléctricos. Como último punto se señala que la mayoría de los conductores venden sus vehículos eléctricos antes de alcanzar el umbral de kilometraje, por lo que estimular la compraventa de estos de vehículos usados podría ser beneficioso para el medio ambiente.