Científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología (ICTA-UAB) y de la Goldsmiths University of London (GUL) consideran que las políticas de crecimiento verde no sirven para hacer frente a la emergencia ecológica y que la reducción de emisiones solo es compatible con un decrecimiento económico.
Los profesores Jason Hickel (GUL) y Giorgos Kallis (ICTA-UAB) han elaborado un estudio científico que examina las políticas de crecimiento verde tal y como se articulan en los principales informes del Banco Mundial, la OCDE y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El estudio, titulado "¿Es posible el crecimiento verde?" y que publica la revista 'New Political Economy', pone a prueba esta corriente política frente a la evidencia empírica existente, y los modelos de relación entre el PIB y la huella material y las emisiones de CO2.
El estudio ve inviable que pueda haber una "disociación absoluta del PIB del uso de recursos" e indica que si bien algunos modelos muestran que se podría lograr en países con altos ingresos en condiciones altamente optimistas "pero poco realistas", esto no podría sostenerse a largo plazo.
Estos resultados parten de los niveles de crecimiento existentes, situados en torno al 2-3% anual, e indican que sería posible conseguir reducciones absolutas en el uso de recursos con un crecimiento del PIB inferior al 1% anual.
"Sin embargo, para lograr reducciones lo suficientemente rápido como para llegar a umbrales seguros, serían necesarias estrategias de decrecimiento", concluyen los investigadores.
En referencia a las emisiones de CO2, los autores dudan que sea posible reducir las emisiones lo suficientemente rápido para mantener un "presupuesto" de carbono que permita un incremento de la temperatura del planeta por debajo de 1.5ºC o 2ºC, según el Acuerdo de París.
Los investigadores indican que las reducciones de emisiones en consonancia con los 2ºC "solo son factibles si el crecimiento del PIB global se reduce a menos de 0,5%" y afirman que las reducciones para 1,5ºC "solo son factibles en un escenario de decrecimiento".
"En otras palabras, aunque necesitamos todas las intervenciones políticas gubernamentales y toda la innovación tecnológica que podamos conseguir, cualquier intento exitoso de lograr reducciones de emisiones adecuadas requerirá de una reducción proporcional de la demanda de energía global", ha concluido Kallis.
La conclusión de los investigadores es que "las políticas de crecimiento verde carecen de respaldo empírico" y plantea "la legitimidad" de los esfuerzos del Banco Mundial y la OCDE para promover el crecimiento verde como una salida de emergencia ecológica.
"Cualquier programa de políticas que se base en supuestos de crecimiento verde, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible, necesita ser revisado con urgencia", advierte el estudio.
JaviBull
28/05/2019