Las ayudas al carbón mantienen en vilo al sector. El Gobierno presentó hace dos semanas el borrador del nuevo mecanismo de ayudas a la industria minera. Un sistema que estaría basado en una especie de pagos por capacidad a aquellas centrales térmicas que realicen una serie de inversiones para mejorar medioambientalmente. Lo que se denomina la desnitrificación de la planta, con la cual emitirá menos gases contaminantes a la atmósfera.
El nuevo mecanismo de ayuda necesita el beneplácito de Bruselas, y el Ministerio de Industria ya está negociando con la Comisión Europea para que dé el visto bueno a este nuevo sistema.
El Gobierno juega con varias bazas a su favor. No serían ayudas directas al carbón, si no que se realizarían a las compañías eléctricas que decidan invertir en sus centrales térmicas a cambio de contratos a largo plazo con las empresas mineras nacionales. Sería como una especie de ayuda doble.
El objetivo de las ayudas está acorde a la normativa europea sobre ayudas de Estado ya que el fin es la mejora del medio ambiente. Además, el Gobierno también quiere proteger a la industria del carbón como una tecnología eléctrica autóctona. La UE permite un tope del 15% para generar electricidad con recursos autóctonos.
Pero también tiene puntos en contra. Uno de ellos, es que Bruselas ya no quiere más ayudas al carbón, sobre todo a las plantas que son ineficientes. La Comisión aceptó a regañadientes las últimas ayudas. Puso de fecha tope hasta el 31 de diciembre de 2014. Ahora el Gobierno quiere cumplir con su promesa a la industria minera, pero se encontrará un buen obstáculo en la Comisión. El equipo de José Manuel Soria y por eso está negociando con el ejecutivo comunitario.
Otra de las causas por las que Bruselas podría echar para atrás el mecanismo es la proporcionalidad de las ayudas. En este caso, como son para las eléctricas que a su vez van a ayudar de alguna manera al carbón, la Comisión podría verlo como algo dudoso. Además, Bruselas está revisando todas las ayudas y sobre todo los pagos por capacidad. Se ha abierto una investigación para que los mecanismos de capacidad se destinen únicamente a aquellas centrales eléctricas que su objetivo no sea otro que respaldar a otras tecnologías, es decir, que asegure el suministro eléctrico.
Las plantas que no sean rentables dejarán de recibir estas ayudas. Si finalmente el Gobierno aprueba los pagos por capacidad al carbón tendrá que probar que las plantas son rentables. Ahí la Comisión podría oponerse.
Ahora España notifica el mecanismo y la Comisión lo estudiará. Tardará al menos unos dos meses en pronunciarse, siempre y cuando no haya problemas. Si Bruselas necesita algo más de información la requerirá al Gobierno por lo que el proceso se extendería en el tiempo, algo que dejaría a la industria minera a los pies delos caballos.
El carbón necesita que le compren el carbón ya como quien dice y no puede esperar a una solución. De esta manera, el Gobierno sabe que gana tiempo. Por un lado les presenta el borrador, y queda más o menos bien porque quiere ayudar a la industria. Y así no se enfadan. El Gobierno no quiere grandes líos de cara a las elecciones. Es por ello que no ha movido un dedo hasta el mes de abril y es ahora cuando pretende deprisa y corriendo quedar bien con la industria.
Habrá que esperar a la decisión de la Comisión para ver que hará finalmente el Gobierno. De momento solo es un borrador, no hay ni cifras, algo que sentó mal en el seno de algunas eléctricas y de la industria minera.
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