La orden de peajes eléctricos de 2016 ha dejado una grata sorpresa para los autoconsumidores. La reducción de los peajes a través de la partida destinada a los pagos por capacidad no deja solo una reducción del 0,7% en la factura eléctrica, sino que también reduce el denominado impuesto al sol en las instalaciones de autoconsumo en España a partir del 1 de enero.
La reducción de los pagos por capacidad ha sido del 21% para el próximo año. Esto ha hecho que el cargo transitorio por energía autoconsumida se reduzca casi un 10%, pasando de los 0,049 euros kWh previstos en el decreto de autoconsumo a los 0,044 euros kWh que tendrá que pagar ahora. Este dato es para los autoconsumidores cuya instalación sea inferior a los 10 kW.
En el caso de la tarifa 2.1, entre 10 y 15 kW, el impuesto al sol se ha reducido de los 0,074 euros kWh a los actuales 0,069 euros, una caída del 6,75%.
Para las tarifas 3.0, es decir para las instalaciones superiores a los 15 kW (pymes), el descenso del impuesto al sol es bastante mayor ya que es un 27% menor que la propuesta en el decreto de autoconsumo. Se ha pasado de los 0,029 euros a los 0,021 euros kWh.
Este cambio en la política energética del Gobierno se ha producido por el hecho de reducir los peajes eléctricos de cara a 2016. El caso es que, aunque no fuera su primera intención, esta medida ha conllevado una reducción del impuesto al sol en solo dos meses desde que se aprobara el decreto.
Más incertidumbre
Este movimiento del Gobierno crea una mayor incertidumbre en los autoconsumidores españoles. Aunque en esta ocasión se hayan visto favorecidos por la reducción del impuesto, el Gobierno deja la puerta abierta a que se produzcan más cambios en cualquier revisión de los peajes eléctricos.
Por ejemplo, si el próximo Gobierno decide subir los peajes porque se genera un desfase en los ingresos por una menor demanda o una reducción del impuesto de generación, directamente se convierte en un incremento del impuesto al sol.
Si las renovables se quejan de que cada seis años te pueden cambiar las reglas del juego al poder ser otra la retribución, que no harán con una normativa de este calibre que está a merced de lo que un Gobierno decida sobre los peajes.
Cambios repentinos hacen imposible poder obtener una financiación ad hoc para una instalación de autoconsumo o una planificación financiera de la pequeña planta. De esta manera, se produce una mayor incertidumbre entre los autoconsumidores que se plantearán en más de una ocasión si merece la pena autoconsumir electricidad en España.
¿Quién va a invertir en autoconsumo con una legislación tan cambiante?
Dabama
20/12/2015