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Sergio de Otto.
Sergio de Otto.

Entre las deficiencias de la regulación del sistema eléctrico español, que son muchas, llama la atención un desequilibrio muy importante como lo es el hecho de que los consumidores pagamos la electricidad mucho más cara que los grandes consumidores de energía pese a que estos son los que más se quejan, lamentándose continuamente de soportar unos precios que comprometen su competitividad. “Lloro” que les ha llevado, durante mucho tiempo, a participar y a alentar la demonización de las renovables señalándolas como casi únicas culpables de todos los males de su factura de la luz.

Se ignora con demasiada frecuencia (recientemente lo hacía el editorial de un diario muy importante) que mientras que para los consumidores domésticos el recibo de la luz es el quinto más elevado de la Unión Europea (Ver gráfico 1), para la industria gran consumidora (entre 75 y 150 GWh año) su precio está notablemente por debajo de la media europea, como puede apreciarse en el gráfico 2 elaborados ambos por Eurostat con datos correspondientes al 1er semestre de este año.

**_Gráfico 1. Precios de la electricidad de los consumidores (2.500/5.000 kWh/año) por países (1er semestre 2016) _**Fuente: Eurostat.

**_Gráfico 2. Precios de la electricidad de los grandes consumidores industriales (75/150 MWh/año) por países (1er semestre 2016) _**Fuente: Eurostat.

Es una contundente prueba de que el victimismo de esos grandes consumidores no está en absoluto justificado y que tanto la opinión pública como el Gobierno, que ha asumido como verdad inapelable esa queja permanente, están equivocados. Sí, nuestras empresas tienen unos costes superiores a los de países importantes como Francia, Holanda o Austria, pero, al mismo tiempo, son más bajos que los de Alemania, Reino Unido o Italia. Además, existen otros costes en los que nuestro país está muy por debajo de la media europea.

A la hora de plantear sus quejas los grandes consumidores señalan, casi siempre, a la retribución de las renovables como la principal causante de todos los males. La realidad es que estas industrias son las que menos pagan de Europa, solo soportan el 6% por el concepto de costes regulados - en el que se incluyen las ayudas a las energías limpias-  mientras que el coste de energía representa el 89%. Una vez más los datos de Eurostat son concluyentes.

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**_Gráfico 3. Componentes del precio electricidad para la industria por países. 2º semestre 2015. _**Fuente: Eurostat. (Azul: energía; naranja, otros costes (incluye renovables); gris, impuestos)

Escandalosos pagos por interrumpibilidad

Pero el ejercicio de victimismo se plasma con toda la evidencia en el hecho de que esas grandes industrias ignoran deliberadamente los llamados “pagos por interrrumpibilidad” (a cambio las empresas autorizan al Operador de Sistema a cortar el servicio en una determinada cantidad), pagos que son una descarada subvención industrial que salen del bolsillo de los consumidores, que perciben un puñado de empresas y que algún día castigará la Unión Europea por constituir una flagrante ayuda de Estado. Son unos pagos por un servicio que no se ha ejercido en los últimos años y que no va a ser necesario en mucho tiempo dado que contamos con 103.000 MW de potencia instalada y una punta de demanda de 40.000 MW, ratificado con un coeficiente de potencia firme sobre potencia demanda muy por encima de lo que las máximas normas de seguridad exigen. Efectivamente, esas grandes empresas nunca descuentan de su precio de la electricidad esta anómala subvención que cada año supone varios cientos de millones de euros, 525 M€ para 2017 según la última subasta recientemente celebrada y que debería figurar como una partida presupuestaria de la política industrial y no en la factura de la luz de los consumidores.

Ignoran también, y deliberadamente, que la presencia de las renovables en nuestro mix eléctrico abarata el precio del mercado en una cantidad anual que en algunos ejercicios llega a ser superior al importe de la retribución percibida por dicha producción renovable. Los estudios del Impacto Macroeconómico que AEE y APPA llevan publicando desde hace años lo ponen en evidencia. Según el último publicado por APPA, las renovables produjeron en 2015 un ahorro en el pool de 4.280 millones de euros, cantidad que en 2014 llegó a ser de 7.105 M€, importe muy superior a los 5.313 M€ percibidos ese año.

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**_Gráfico 4. Generación renovable y precio medio del pool. 2015. _**Fuente: REE y OMIE. Elaboración APPA

No hay más que contrastar el precio del mercado diario, el llamado “pool”, con el grado de penetración de la eólica para comprobar ese positivo efecto sobre todo para esos consumidores industriales para los que el coste de la energía supone casi el 90% de su recibo como hemos visto anteriormente.

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**_Gráfico 5. Diferencia en la factura para domésticos e industriales en escenarios con y sin eólica. _**Fuente: RE, CNMC. Elaboración propia.

Efectivamente, como podemos observar en el último gráfico en el que contrastamos dos escenarios, uno sin eólica y otro con la aportación real de la energía del viento, mientras que para los consumidores domésticos (acogidos a la PVPC) la diferencia puede suponer un ahorro del 4,8% para un consumidor industrial esa diferencia llega al 20,3 % teniendo en cuenta el efecto de disminución del precio del pool que estima el Estudio del Impacto Macroeconómico de la Eólica de AEE.

En definitiva, ni pagan la factura de electricidad más cara de Europa ni tienen base alguna para culpar a las renovables de la carestía de su recibo. Pero insisto, el problema no es que ellos se quejen, lo grave es que el Gobierno y los medios de comunicación les compren el mensaje ignorando las cifras reales. La regulación que han ido aprobando sucesivos gobiernos protege a las grandes empresas industriales para castigar a los consumidores.

Sergio de Otto es patrono de la Fundación Renovables.

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2 comentarios

  • Jesus

    29/11/2016

    ¿Por favor, podría explicar por qué el coste de la energía de Alemania para la industria es 80*39%=31€, mientras que para España es 67*89%=60€ ?

    Gracias,
    Un saludo
  • Víctor

    01/12/2016

    Normalmente la gran industria se queda con la energía de base (es decir, la que se produce las 24 horas del día sin interrupción). Ésta energía procede en su mayoría de energía nuclear, gran hidroeléctrica y carbón, pues las primeras tardan semanas en arrancar al 100%, carbón días y en los ríos tiene que seguir circulando agua. Particularmente, estas son las tecnologías que producen a un precio menor y más estable. Las razones exactas de porqué la energía de base es más económica en Alemania que en España las desconozco, pero algunos datos que pueden ayudar hacerte una idea son: los reactores nucleares españoles son relativamente viejos, en Alemania se están cerrando la mayor parte, dejando los más productivos, además se están sustituyendo por más carbón. En España se sigue obligando a utilizar una cuota de carbón autóctono, de bajo poder calorífico, caro y muy contaminante, en Alemania tienen carbón de calidad alta. La hidro en Alemania es estable por su régimen de lluvias, por lo que, aunque tengan poca capacidad instalada, se integra bien en el régimen de base, sin embargo, en España, depende más de la irregularidad de nuestra pluviometría.
    Espero que te hayas hecho una idea, (no soy un experto).
    Un saludo.

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