El mercado de gas europeo se ha convertido en una montaña rusa solo apta para especuladores

El mercado de gas europeo se ha convertido en una montaña rusa. Igual sube un 10% que baja otro 8% en pocas horas. No existen tendencias ni nada parecido. El mercado TTF, basado en los Países Bajos, lleva años con un descontrol que sólo es apto para auténticos especuladores o traders sin corazón que no sufren los vaivenes de precios y la altísima volatilidad.

Un ejemplo es lo sucedido en las últimas semanas. Veamos la gráfica del TTF en los últimos tres meses.

El pasado mes de diciembre el precio estaba en los 40 €/MWh. Poco a poco con la llegada del frío a Europa, el precio fue in crescendo, eso sí con bastantes altibajos. Igual te subía como que bajaba.

Sólo hay que ver la gama de colores verdes (compras) y rojos (ventas) para darse cuenta que igual un día una cosa, igual otro día, la contraria. No existe tendencia alguna.

En manos de especuladores

El caso es que en febrero alcanzaron los 58 €/MWh. Todo parecía normal, porque Ucrania había dejado de ser tránsito del gas ruso hacia Europa y el Viejo Continente necesitaba comprar más gas. Algo que tampoco ha hecho, ha ido tirando más de lo que tenía almacenado hasta dejar sus existencias bajo mínimos.

Desde ahí la tendencia es a la baja. Poco a poco el tiempo ha ido mejorando pero sin gas almacenado y teniendo que comprar más GNL se esperaba un comportamiento en los precios que no se ha dado.

Ha ido cayendo para volver a niveles de 38-40 €/MWh, también con caídas o subidas diarias cercanas al 10%.

Estos movimientos son muy crueles para quienes tienen que comprar gas a diario o lo hacen a largo plazo para sus intereses económicos. No hay quien entienda el mercado de gas europeo.

Los especuladores campan a sus anchas y en el seno de la Unión Europea no saben muy bien qué hacer. Han puesto incluso sobre la mesa actuar sobre el TTF para tratar de expulsar a los especuladores. Nadie entiende que los precios en Europa no hayan vuelto a la normalidad previa a la guerra en Ucrania.

De momento nadie hace nada ni prácticamente puede hacer nada contra esto. Ahora Europa está en manos de muy pocos que manejan el precio del gas mientras tanto la economía europea sufre.