El ministro de Economía y Protección del Clima de Alemania, Robert Habeck, rechazó este miércoles la implantación de un tope a los precios de la energía puesto que sería impracticable desde un punto de vista financiero y enviaría "la señal equivocada" a los mercados.
Los altos precios afectan a todos los sectores de la economía y repercutirán en los consumidores, lo que constituye una "noticia amarga", según declaró Habeck en Múnich, al sur de Alemania, donde asistía a un congreso de profesionales de trabajos manuales.
El tope a los precios
"Desde la política se debe actuar para amortiguar las subidas de forma justa, pero no podemos asumirlas, el Estado no se lo puede permitir, argumentó el ministro verde, que también tiene el rango de vicecanciller.
Indicó que lo que está sufriendo ahora la economía es un "shock externo" en el que los precios son inflados desde fuera "a través de la especulación y de la escasez de materias primas".
Alemania deberá soportar esta situación "de una manera u otra" y será preciso repartir las cargas resultantes con justicia, pero no es posible poner un tope a los precios ya que no es practicable desde el punto de vista financiero, adujo Habeck.
Además, una intervención de este tipo sería también "equivocada" desde el punto de vista económico ya que en los mercados son necesarias las señales que mandan los precios.
"A riesgo de sonar cínico, un tope al precio de un bien escaso enviaría el mensaje de que la energía no es valiosa," afirmó el ministro, y agregó que las compañías interpretarían que pueden gastar cuanto quieran, cuando es necesario que se concentren en "la eficiencia y el ahorro".
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