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El papel de las 'finanzas de transición' en la búsqueda china del Net Zero

El gigante asiático podría apoyarse en este tipo de financiación, ya que sectores intensivos en carbono como el acero y el cemento generan hasta el 84% de las emisiones del país, según BloombergNEF

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Fomentar la expansión de sectores ya verdes, como las energías renovables, es sólo una pieza del rompecabezas para alcanzar los objetivos de emisiones netas cero. Las industrias contaminantes también deben participar en el proceso y obtener el capital necesario para cambiar a un futuro más limpio.

Aquí es donde puede entrar en juego la "financiación de la transición", un término que ahora mismo tiene una definición bastante nebulosa dentro de la comunidad financiera, pero que puede utilizarse para describir una clase de activos que financia tecnologías que salvan la distancia entre las prácticas actuales intensivas en carbono y las futuras actividades libres de carbono. China, en particular, podría apoyarse en este tipo de financiación, ya que sectores intensivos en carbono como el acero y el cemento generan hasta el 84% de las emisiones del país, según la Agencia Internacional de la Energía. ****

El universo más amplio de la financiación sostenible está ampliamente considerado como una forma de financiar la transición energética, dominada hasta la fecha por los bonos verdes. Aunque China es el líder mundial en emisión de bonos verdes, con casi 56.000 millones de dólares vendidos en el primer semestre de este año, este capital sólo puede obtenerse para proyectos y actividades estrictamente verdes (al menos en teoría). Por tanto, estos instrumentos de deuda están menos abiertos a los sectores petroquímico, cementero, metalúrgico y minero, y a otros sectores de la industria pesada que contribuyen al 40% del PIB del país.

Pero la ambición de China de alcanzar el punto máximo de emisiones antes del final de la década, camino de convertirse en un país neutro en carbono antes de 2060, sólo se logrará si estas industrias contaminantes pueden mejorar su eficiencia energética y adoptar tecnologías y procesos bajos en carbono. Teniendo esto en cuenta, el gobierno, el sistema financiero y las empresas están dirigiendo cada vez más su atención a la financiación de la transición.

Ma Jun, antiguo economista jefe del Banco Popular de China, señaló en una entrevista con Bloomberg News a principios de este año el posible auge de las finanzas de transición en China. "El potencial de las finanzas de transición es mayor, y las actividades financieras de transición crecerán más rápido que las finanzas verdes tradicionales", afirmó.

China, entre los líderes de un mercado pequeño pero en crecimiento****

El primer bono de transición del mundo fue emitido por la compañía eléctrica de Hong Kong Castle Peak allá por 2017, por valor de 500 millones de dólares. Desde entonces, el mercado ha alcanzado un máximo de 2.400 millones de dólares de emisión anual en 2021, aunque la actividad ha sido irregular.

Un pequeño número de economías están tomando la delantera. Las instituciones japonesas están al frente, representando un tercio de los 14.000 millones de dólares de bonos de transición emitidos desde 2019, con Italia y China muy cerca.

A nivel mundial, la financiación de la transición es recaudada predominantemente por las compañías eléctricas, con un enfoque principal en la integración de energía más limpia en la red. Aunque este tipo de empresas también son los emisores más destacados en China, allí participa un espectro más amplio de sectores, sobre todo financieros e industriales. Además, las empresas estatales y los gobiernos provinciales dominan estas transacciones, como Wuxi Huaguang Environment & Energy Group, Huaneng Power International y Shandong Iron and Steel Group. ****

Sin embargo, el mercado es todavía incipiente, tanto en China como en el resto del mundo. La emisión de bonos vinculados a la sostenibilidad más consolidados supera con creces la de bonos explícitamente etiquetados como "de transición". Las operaciones de financiación de la transición sólo han representado el 1 % de la emisión mundial de deuda sostenible en lo que va de 2023. Los instrumentos vinculados a la sostenibilidad también forman parte de las finanzas de transición, ya que imponen objetivos medioambientales o sociales al emisor, en lugar de limitar el uso del capital a determinadas actividades.

El reto del 'lavado de cara' de la transición

Muchos inversores siguen mostrándose cautelosos ante este nuevo instrumento de deuda debido a su preocupación por la especificidad y ambición de los objetivos de los emisores y el uso previsto de los ingresos, un dilema conocido como "lavado de transición". Las finanzas de transición, en virtud de su amplio alcance, pueden ser menos estrictas a la hora de definir qué proyectos y actividades encajan, lo que podría comprometer la integridad medioambiental de estos bonos.

Las finanzas de transición van más allá de una etiqueta que caracteriza una actividad o empresa en un momento dado. Debe ayudar a una organización a alinearse con los objetivos del Acuerdo de París y los objetivos nacionales de emisiones, e impulsar la adopción de tecnologías innovadoras. Esto depende de un sistema sólido y transparente de notificación de datos en torno a las estrategias de transición climática de los emisores, la gobernanza y los avances en sus perfiles de emisiones.

Para lograrlo, los gobiernos deben animar a los grandes emisores a fijar objetivos de transición ambiciosos, publicar planes con mediciones basadas en datos científicos e informar periódicamente de los progresos realizados. Este enfoque capacita a las partes interesadas y a las comunidades para evaluar los resultados, fomenta el comportamiento responsable de las empresas y permite a los inversores aportar capital con confianza.

Existen marcos diseñados para establecer algunos límites. La Asociación Internacional de Mercados de Capitales elaboró un Manual de Financiación de la Transición Climática en el que recomienda a los emisores de financiación de la transición que tengan objetivos climáticos basados en la ciencia y sean transparentes sobre su programa de inversión, entre otros criterios. Mientras tanto, en China, el banco central ha tomado la iniciativa de investigar y esbozar los principios básicos de la financiación de la transición, un paso crucial para evitar el "lavado de cara" de la transición.

Según la Iniciativa de Bonos Climáticos, el Banco Popular de China tiene previsto introducir normas de financiación de la transición específicas para cada sector, que cubrirán inicialmente el acero, la energía térmica, los materiales de construcción y la agricultura. Estas normas podrían ampliarse a otros sectores, animando a que fluya más capital hacia la descarbonización de la industria.

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