El precio del petróleo cerró este viernes al alza por segunda jornada consecutiva, tras haber caído esta semana hasta niveles de 2003, estimulado por la confianza que ha generado en los mercados el Banco Central Europeo (BCE) al mostrarse proclive a nuevos estímulos.
El Brent europeo avanzó un 10,01%, hasta los 32,18 dólares el barril, y el estadounidense Texas (WTI) un 9,01%, hasta 32,19 dólares, mientras que el barril de la OPEP cotizaba en 22,89 tras apreciarse un 1,82 % este jueves.
La nueva inyección de liquidez que ha sugerido el BCE y la perspectiva de que el Banco de Japón (BoJ) estudie acciones similares ha animado los mercados y estimulado el repunte del crudo, que también se ha beneficiado del cierre de posiciones por parte de inversores que apostaron por una fuerte caída del precio del barril.
"El BCE ha ayudado a equilibrar los mercados en general, especialmente las bolsas en Europa, y el petróleo ha salido ganando con eso", indicó a Efe el analista de CMC Markets Colin Cieszynski, para quien el repunte de los últimos dos días puede ser una "breve fase" de recuperación.
"Los aspectos fundamentales del mercado no han cambiado. En gran medida estamos ante una subida técnica", señaló Cieszynski, que cree que quienes apostaron por una bajada pronunciada del precio ahora recogen beneficios.
Coincide con él Rhidoy Rashid, de la firma Energy Aspects, para quien "el panorama general continúa siendo el mismo" y subraya que "lo que el mercado necesita realmente para que los precios continúen subiendo son nuevos recortes en la producción mundial"
Venezuela, Nigeria y otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) presionan para convocar una reunión extraordinaria en la que el cártel se replantee su alto techo de producción, una de las principales causas del desplome de los precios en cerca del 75 % desde junio de 2014.
Han contribuido además a las especulaciones sobre un cambio de rumbo en el mercado las declaraciones esta semana del presidente de la petrolera estatal de Arabia Saudí, Jalid Al Falih, que se mostró convencido de que los precios "han tocado suelo".
Los analistas creen sin embargo que es poco probable que Riad y sus socios del Golfo, que marcan las decisiones de la OPEP, estén dispuestos a dar su brazo a torcer en su pulso con los productores externos a la organización.
La OPEP ha mantenido en los últimos años un nivel de bombeo que los mercados no pueden absorber con el objetivo de dañar a la creciente industria del esquisto en Estados Unidos y otras explotaciones que amenazan su cuota de mercado.
"El resultado de una reunión extraordinaria probablemente no sería distinto al que se dio el pasado diciembre", cuando los miembros de la organización se despidieron sin acordar un nivel de producción común, sostuvo Rashid.
La propia OPEP informó la semana pasada de que sus competidores, especialmente EEUU, reducirán su producción en 2016 por primera vez en siete años debido al desplome de los precios.
Esa reducción puede indicar que Arabia Saudí y sus socios están logrando su objetivo de que el petróleo se recupere sin que ellos recorten su bombeo.
La pérdida de capacidad de inversión de las compañías petroleras motivada por los bajos precios acabará pasando factura al nivel de producción global, según los expertos, lo que podría provocar un paulatino incremento del precio a lo largo de este año.
"El nivel de producción de los pozos baja de forma natural a lo largo del tiempo, por lo que hay que continuar perforando para mantenerla", señaló Cieszynski, para quien "en algún momento deberíamos notar ese efecto" en el nivel de bombeo.
"Vamos a ver un incremento gradual de los precios durante este año, que será particularmente importante en la segunda mitad de 2016, por la menor producción que provocará el recorte de gastos e inversiones" en la industria, sostuvo por su parte Rashid.
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