El presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Diego Díaz, ponente del II Congreso Internacional de la Industria para la Transición Ecológica-CITE en las Energías Renovables que se celebra en Pamplona, ha afirmado a Efe que en el sector “nos hemos hecho mayores de edad”.
“Tenemos ya incluso manifestaciones en contra nuestra”, ha bromeado.
España, ha informado, tiene en este momento 27 gigavatios de potencia eólica instalada, lo que convierte a este subsector en el primero del mix energético.
Díaz ha señalado que el desarrollo tecnológico eólico en España “ha sido brutal”, ya que se ha pasado de “aerogeneradores muy pequeñitos” que no tenían más de unos pocos cientos de kilovatios instalados a los actuales de más de 6.000 kilovatios.
Los últimos aerogeneradores que se están instalando en este momento, en concreto en Navarra, tienen un diámetro de pala de 155 metros, “bastante más grande que el estadio de El Sadar”, ha resaltado.
En ese sentido, ha subrayado que “estamos hablando de una evolución tremenda, no solamente desde el punto de vista del tamaño de máquinas, sino también de la capacidad de integración en la red” y de aspectos como los grandes centros de control, desde los que se siguen los criterios marcados por Red Eléctrica. “Ha sido una evolución impresionante en estos años”, ha señalado.
Díaz ha considerado “sin ninguna duda” que el eólico va a ser el subsector energético que más va a crecer en los próximos años: “Según el Plan integrado de energía y clima, debemos alcanzar en el año 2030 los 50 gigavatios instalados, con lo cual tenemos casi que duplicar la potencia que tenemos instalada”.
“Es un reto. No solamente un reto técnico, para el que la industria española está preparada, sino que es sobre todo un reto desde el punto de vista de todo lo que es la generación de permisos, que cada día es más compleja”, ha aseverado.
Además, ha agregado, desde el punto de vista de la integración en red, hay determinados “nudos” que son muy buenos para la generación de energía como Navarra o Galicia, pero que “están muy congestionados y, aunque los criterios técnicos y las capacidades permiten integrar más energía, van a tener su dificultad”.
Por último, ha aludido a la necesaria integración en el territorio: “Es muy importante ser capaces de transmitir a los pueblos, a los territorios en los que estamos integrados, las bondades de la eólica y ser capaces de compartir con ellos los beneficios que significa la entrada de un parque eólico”.
“La aceptación que hemos tenido de la eólica en los territorios ha sido muy positiva siempre, aquí en Navarra especialmente, desde prácticamente los inicios de finales de los años noventa, y tenemos que seguir en esa línea”, ha dicho.
Díaz ha afirmado que, “al final, está en nosotros y en la sociedad el decidir hasta dónde queremos que afecte a la biodiversidad” la generación energética. “Queremos darle al interruptor y que la luz se encienda” y para eso hay que determinar “qué estamos dispuestos a sacrificar como sociedad; es el diálogo permanente que tenemos que tener con los territorios”.