El secreto del éxito de la eólica marina: será tan competitiva en cinco años que no necesitará ayudas

Dicen los expertos que para sobrevivir en este mundo, hay que ser competitivos. Decía Jack Welch, de General Electric, que "si no tienes una ventaja competitiva, no compitas". El mundo de las energías renovables ha basado su éxito en la competitividad. Ahí están los ejemplos de la eólica onshore o la fotovoltaica. Su desarrollo las ha llevado a ser de las tecnologías más competitivas del mercado eléctrico actual. La denominada curva de aprendizaje de estas tecnologías es la verdadera causa de su éxito. Si hubiesen continuado siendo caras, su presente y futuro estaría acabado.

Algo parecido le va a suceder a la eólica marina. Un reciente estudio de la consultora BVG Associates, realizado para el gigante europeo de las renovables, la noruega Statkraft, vaticina que para 2020 el coste de la eólica offshore será menor que el de las nuevas centrales de ciclo combinado en el mercado británico.

Todo el mundo conoce que el Reino Unido es el líder mundial en eólica marina. Ser los primeros tiene una ventaja competitiva respecto a otros, aunque para ello haya tenido que costar un buen dinero para el consumidor. Pero los distintos gobiernos británicos no han desaprovechado esta oportunidad y han seguido apostando por esta tecnología por muy cara que fuese.

Colocar aerogeneradores en el mar es muy complejo, y todo lo que es complejo, es costoso. Y ya no decir si hay que tirar cables submarinos hasta la costa. El caso es que la eólica marina está ahora mismo en ese momento en el que va a dar un salto de calidad competitiva casi sin precedentes.

Los avances reales y tangibles en cuanto a tecnología se refiere, las continuas mejoras en la cadena de suministro y el apoyo incondicional por parte de los distintas administraciones han creado un cóctel perfecto para que la eólica offshore se convierta en una industria totalmente sostenible, sin la ayuda excepcional de millones de consumidores, que han visto como en los últimos años el desarrollo de las renovables ha encarecido su factura eléctrica.

Pero el tiempo cura las heridas. Eso deben pensar los más adeptos seguidores de las renovables. La curva de aprendizaje es de tal calibre que tarde o temprano le devuelve el favor a los consumidores en forma de energía más barata. Pero para lograrlo, como dicen los expertos, hay que ser competitivos.

Los números lo avalan. Habrá un crecimiento del mercado de 24GW en 2030. Esto proporcionará una oportunidad significativa para la cadena de suministro del Reino Unido. Se puede esperar que las empresas que se dedican a la eólica marina en Reino Unido generen más de 36.000 millones de libras (más de 51.000 millones de euros) hasta 2030.

La cosa no se queda ahí. Esta generación de dinero hará más fuerte la cadena de suministro que necesitará mano de obra cualificada. Se estima que serán necesarios más de 18.000 empleos directos para llevar a cabo el programa de eólica offshore en las costas británicas.

Pero el gran boom definitivo será cuando la primera inversión necesite una repotenciación de los parques. Se duplicará la potencia en pocos años durante la década de 2020 a 2030. Eso significa que habrá eólica offshore para unos 50 años más, con lo que eso conlleva para la mejora de la economía y la creación de empleo.

La creación de esa enorme cadena de suministro hará que las empresas de eólica offshore del Reino Unido, entre las que se encuentran empresas españolas como Iberdrola o Repsol, puedan exportar hasta 300.000 millones de euros en los próximos 15 años. Solo hay que hacer como se hizo con la gran industria del petróleo y del gas del Mar del Norte. Exportar el conocimiento a otros mercados europeos, de Asia o incluso EEUU.

Todos estos datos serán la clave del éxito de la eólica marina en Reino Unido. Por eso apostaron desde un principio por ella. Porque creyeron y sabían que tarde o temprano les devolvería el esfuerzo.