La última encuesta de costes laborales del Instituto Nacional de Estadística (INE)correspondiente al cuarto trimestre de 2014 refleja que el coste laboral total (incluyendo cotizaciones sociales) se sitúa en 2.450 euros al mes por trabajador, mientras que los costes salariales bajan hasta los 1.800 euros. En el primer caso, una caída del 0,4% en términos anuales y en el segundo un descenso del 0,1%.
Lo más relevante, sin embargo, es el perfil de los sectores productivos en función de cómo han evolucionado los salarios. Y lo que dicen las cifras de estadística es que son, precisamente, los sectores regulados los que más han subido las nóminas. En concreto, el índice de costes laborales ha crecido un 3,7% en la energía, mientras que en la Administración Pública el aumento ha sido del 2%. (Ver gráfico)
Estas tasas no significan necesariamente que los salarios hayan subido a ese ritmo, sino que los costes laborales totales (por el efecto del empleo o por la aplicación de factores como la antigüedad o las reclasificaciones profesionales) han subido en esa proporción.
En sentido contrario se encuentra el sector que engloba a las actividades relacionadas con la información y las comunicaciones, además de las industrias extractivas, con descensos del 1,8% y el 1,3%, respectivamente.
Los últimos datos de costes laborales correspondientes al tercer trimestre mostraban que la energía era, precisamente, el sector con salarios más altos: 5.293 euros por trabajador y mes incluyendo cotizaciones sociales. A cierta distancia se sitúan las actividades financieras con 4.510 euros. Por el contrario, las actividades relacionadas con la hostelería apenas alcanzan los 1.563 euros, mientras que las de carácter administrativo ascienden a 1.733 al mes. Es decir, prácticamente la tercera parte que la energía, un sector regulado.
cayetanoj
11/03/2015