La Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) ha pedido este lunes que se trasladen los costes sociales de la factura eléctrica a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para que el sector pueda ser competitivo con los países del entorno.
El presidente de Feique, Antón Valero, ha dicho en una rueda de prensa que lo que piden es que se les trate igual que al sector en los países del entorno de España y ha señalado que, respecto al traslado de los costes sociales a los PGE, no hace falta que se haga en un año, pero sí que haya un plan claro de transición.
Además, ha demandado que se hagan las interconexiones energéticas con Europa, que es lo que asegurará que el mercado europeo sea verdaderamente único, y que se establezcan compensaciones de costes a la industria en materia de energía, como hay en otros países europeos.
También ha demandado que se ponga en marcha la directiva de redes cerradas de distribución, que permitiría a los clúster químicos distribuir energía directamente y abaratar los costes.
El director general de Feique, Juan Antonio Labat, ha manifestado que ahora hay una situación económica que permite trasladar paulatinamente los costes sociales y sacarlos de la factura eléctrica, lo que favorecería la inversión en España.
En cuanto a la incidencia del cierre de centrales eléctricas de carbón, Antón Valero ha indicado que lo importante es que se haga de manera uniforme en Europa, pues afecta a la competitividad, ya que el carbón es un combustible más barato, mientras que Labat ha afirmado que si se quita el carbón, el coste de la electricidad subirá para todos, no sólo para la industria.
Además, el presidente de Feique ha demandado que se agilice la ampliación de las toneladas que pueden transportar los camiones por carretera de 40 a 44 y que se impulse más el transporte ferroviario.
También ha señalado que Europa se encuentra atrasada en movilidad eléctrica y que se deberían poner las bases para desarrollar esa tecnología con ventajas con respecto a otras zonas del mundo, si bien se ha felicitado porque el continente europeo haya vuelto a ser considerado como una zona de inversión por las multinacionales
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