El sector eléctrico espera con ilusión la implantación masiva del vehículo eléctrico para revertir la tendencia a la baja en la demanda mundial de electricidad. Sin embargo, un nuevo informe de Redburn, una compañía de investigación e inversión de Reino Unido, sugiere que la creciente eficiencia energética de estos vehículos va a hacer que la industria y los inversores busquen en otro sector para que la demanda de la energía eléctrica pueda subir.
Hasta hace poco, la demanda de electricidad, como la del petróleo, siempre estaba en aumento. A lo largo de los años, a medida que se inventaban y comercializaban nuevos aparatos que consumían electricidad a gran escala, comenzando con las bombillas y continuando con radios, frigoríficos, ventiladores, lavadoras y secadoras, lavavajillas, televisores, aire acondicionado, dispositivos electrónicos, ordenadores, impresoras, y así sucesivamente, la demanda siguió in crescendo.
Además, el crecimiento económico, el aumento de los salarios y otros factores también afectaron a esa subida de la demanda y así ha ocurrido durante más de un siglo. Había un dicho en la industria que aseguraba que si se construía en exceso y se sobreinvertía, todo lo que había que hacer era esperar algunos años para que la demanda se pusiera al día.
Esa máxima rara vez fallaba… hasta ahora. ¿Por qué? Por la eficiencia energética. Según cuenta el portal Energypost, a medida que los edificios se vuelven más eficientes y mejor aislados, se necesita menos electricidad para iluminarlos, calentarlos o enfriarlos, y lo mismo ocurre con los aparatos electrónicos. Además, la población de los países desarrollados ha comenzado a disminuir, reduciéndose las tasas de natalidad y aumentado el envejecimiento de la población.
La pregunta es: ¿qué podemos esperar para que crezca la demanda? ¿Los nuevos usos de la electricidad, especialmente para cargar un número creciente de vehículos eléctricos, así como la electrificación de la calefacción, los procesos industriales y otras aplicaciones de uso intensivo de energía, revertirán esta tendencia y, en caso afirmativo, cuánto y en qué momento?
Los vehículos eléctricos no serán los protagonistas de ese aumento de la demanda. Según el análisis de James Moore, socio en de Redburn no se espera que la electrificación de los vehículos cambie la tendencia a la baja en el consumo de electricidad. Los motores cada vez más eficientes energéticamente compensarán cualquier ganancia.
La investigación de Redburn los lleva a la conclusión de que los motores son el mayor producto de consumo de electricidad del mundo, por delante de la iluminación, lo que representa un sorprendente 30-35% del consumo mundial de electricidad. Así que, a medida que los motores se vuelvan más eficientes, se pueda esperar que la demanda de electricidad incluso disminuya.
Según Redburn, los motores IE3 de eficiencia estándar serán obligatorios en todo el mundo, ahorrando hasta un 13% dependiendo del tamaño del motor. En 15 años todos los motores instalados se habrán reemplazados con el nuevo estándar, lo que reducirá la demanda mundial de electricidad en un 0,7% anual.
Un escenario similar se aplica a la iluminación, que actualmente representa aproximadamente el 22% de la demanda mundial de electricidad. Una vez más, se pueden lograr reducciones significativas en el consumo cambiando a tipos de iluminación más eficientes, como los diodos emisores de luz (LED), que actualmente representan el 20% de las ventas de nuevas unidades de iluminación globales. De hecho, calculan que el consumo global de electricidad por iluminación se reduzca a la mitad en los próximos cinco años. Significa una caída de la demanda mundial de electricidad de un 2,3% anual.
Combinados, estos dos usos finales por sí solos pueden reducir el crecimiento de la demanda de electricidad anual global a aproximadamente un 3% por debajo del crecimiento del PIB real mundial en los próximos cinco años.
Consumo de los vehículos eléctricos
¿El aumento esperado de la demanda de los vehículos eléctricos no compensará la reducción por la eficiencia energética? La respuesta corta es, según Redburn, no necesariamente.
Al examinar varios estudios sobre el impacto de los vehículos eléctricos, se espera que el consumo global promedio de electricidad de los vehículos eléctricos aumente de alrededor de 8TWh en 2017 a 1.800TWh para 2040. Si bien éste es un aumento masivo, representa solo el 5% del consumo global de electricidad proyectado en 2040. No mucho.
¿Por qué tan poco? La respuesta simple: los vehículos eléctricos son increíblemente eficientes, ciertamente en comparación con los motores de combustión interna. Según el estudio “llenar un vehículo con petróleo es una de las formas más caras de comprar una unidad de movilidad utilizable: supone un factor de 4-5x. Esto se debe a que estos vehículos son ineficientes y los impuestos al combustible son altos, especialmente en Europa.
“Además, conducir 100 km en un vehículo convencional requiere aproximadamente 80kWh de energía, porque desperdician alrededor del 75-80% de su combustible generando calor en lugar de energía mecánica”. Además, un vehículo convencional típico tiene hasta 1.000 partes móviles en lugar de 70-80 o menos de un eléctrico .
“Esto significa que el eléctrico necesita como promedio tan solo 25kWh para viajar 100 km, incluso después de tener en cuenta la energía perdida durante la carga y las pérdidas a medida que la batería se agota levemente con el tiempo. Divida 80kWh/100km por 25kWh/100 km y el resultado muestra que los eléctricos son 3.3x más eficientes, si no mejores”.
Para 2023, Redburn espera que el 61% de las ventas de coches nuevos sean eléctricos con una tasa de rotación rápida, dado que la flota global de los convencionales, en promedio, alcanzará la edad de jubilación en 18 años.
“Si bien las eléctricas deben gestionar el ‘pico’ de carga de los vehículos eléctricos, solo esperamos que los vehículos eléctricos agreguen un 3% a la demanda eléctrica mundial para 2035, el equivalente al 0,2% anual de crecimiento de la demanda. Por eso, no esperamos que la electrificación del automóvil compense a la reducción del consumo de electricidad por una iluminación y motores más eficientes”.