Un reciente análisis de la firma de investigación Rystad Energy asegura que las inversiones en proyectos de energía solar y eólica por parte de las grandes petroleras del mundo en los próximos cinco años alcanzarán los 17.500 millones de dólares. Pero si se profundiza en los números, el informe revela que se espera que más de la mitad de esa cantidad será invertida por una sola compañía: Equinor.
Equinor, el gigante energético noruego controlado por el estado, impulsará la inversión renovable entre las grandes empresas, invirtiendo 6.500 millones en los próximos tres años en construir su cartera de eólica marina. Rystad no espera que este pronóstico se vea muy afectado por los fluctuantes precios del petróleo o los recortes de la inversión, ya que gran parte de la cartera renovable de la compañía ya está comprometida, como el enorme proyecto eólico marino de Dogger Bank en el Reino Unido.
Sin embargo, si se quita a Equinor, las inversiones renovables de las principales compañías de petróleo y gas disminuyen en los próximos tres años. (Ver gráfico)
“Las sugerencias recientes de 'estrategias verdes resilientes' o 'negocios como siempre' simplemente no tienen mucho peso, con la excepción de Equinor. No será sino hasta más adelante en la década cuando veamos un aumento en el gasto renovable de otras compañías”, dice el gerente de Producto de Rystad Energy para Renovables, Gero Farruggio.
Después de Equinor, el subcampeón es el operador portugués Galp, que destina algo menos de una cuarta parte de su gasto en nueva generación a iniciativas ecológicas.
El análisis de Rystad Energy revela que casi todas las inversiones en energías renovables de los actores del petróleo y el gas provendrán de solo 10 grandes empresas petroleras, que en conjunto están preparadas para gastar alrededor de 17.500 millones en proyectos de energía renovable en los próximos cinco años. Sin embargo, esta cifra palidece en comparación con los 166.000 millones de dólares que se pronostica que gastarán en proyectos nuevos de petróleo y gas durante el mismo período.
Con las notables excepciones de Equinor y Galp, las inversiones en energías renovables de los otros gigantes petroleros ni siquiera cumplirán con los requisitos típicos de inversión en u<n solo campo de petróleo y gas en sus respectivas carteras.
Si es necesario, debido a la pandemia de Covid-19, se podría lograr un recorte de gasto de capital del 20% en las carteras de inversión generales, evitando fácilmente cualquier recorte a proyectos renovables. Galp y Shell parecen los más expuestos a posibles recortes en el gasto en renovables, pero no se espera que estas compañías realicen inversiones renovables significativas a corto plazo, no antes de 2024 para GALP e incluso más tarde para Shell, momento en el que esperamos que el precio del petróleo se haya recuperado, creando así un mejor ambiente para la inversión.
Pero Covid-19 también podría ser el catalizador para que las grandes petroleras inyecten más capital en energías renovables, adquieran activos, desarrollen habilidades y fomenten la capacidad de transición más allá del petróleo.
“La pandemia está creando una serie de vendedores angustiados y reduciendo los costos de adquisición de activos y empresas, creando así oportunidades para que las Big Oil aceleren su transición energética a través de adquisiciones. Y con las compañías de exploración y producción anunciando profundos recortes en la inversión, aún podremos ver un aumento en las inversiones en renovables facilitado por nuevas fusiones y adquisiciones”, concluye Farruggio.
Jose Schabauer
31/05/2020