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España cae al puesto 45 en producción de energía a pesar de ser la 12ª potencia económica del mundo

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Si un atlas es una ventana abierta al mundo, el nuevo Atlas de la Energía de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ofrece el  panorama más completo de todos los aspectos de la energía a nivel mundial de un total de 138 países, con mapas interactivos y gráficos personalizables que detallan y comparan una serie de datos sobre la base estadística de AIE y en el que España, por desgracia, no sale muy bien parada.

Cuando uno se asoma a ver el mapa de los indicadores energéticos de España y su situación en el mapa energético mundial, se puede apreciar que nuestro país ocupa el puesto 45º por producción de energía, con un  total de 33,34 millones de toneladas equivalentes de petróleo (Mtep), lo que supone bajar bastantes escalones desde la 12ª posición que ocupa España en el concierto económico mundial por su Producto Interior Bruto (PIB). Es decir, los recursos energéticos del país son escasos.

Dependencia energética

La desproporción entre esos dos datos tiene mucho que ver con la dependencia energética de nuestro país. Para ello basta con echar una mirada a los primeros indicadores que figuran a la izquierda en la misma pantalla del mapa. El primer dato nos dice que  España es el noveno país del mundo por importaciones de petróleo, con un  total de 60,3 millones de toneladas (Mtep), el décimo en importaciones de gas natural, con 28,1 Mtep, y el 13º en importaciones de carbón, con un total de 11,6 Mtep. Estos datos si guardan un mayor equilibrio con el PIB español, pero ponen en evidencia la alta dependencia energética de España en combustibles fósiles.

También guarda una proporción más o menos equilibrada con  su posición por PIB la producción de electricidad. En este apartado España ocupa la 13ª posición mundial, con una generación de 293,9 TWh. Una posición parecida –la 14ª- ocupa en la clasificación por la proporción de electricidad producida con nuclear, que es del 21%.

En lo que hace referencia al petróleo, España baja algún escalón  -hasta la 16º puesto de la clasificación- en la producción  de productos petrolíferos, con un total de 61,7 Mtep, y acaba bajando uno más –el 17º lugar- por el volumen de consumo de petróleo, que es de 51,2 Mtep. Probablemente como consecuencia de la crisis reciente, en el capítulo de consumo España cede algunos puestos en relación con el puesto que ocupa en el panorama internacional por su PIB. Así, si en el consumo de petróleo ocupa el 17º lugar, en el carbón baja hasta el 23º, con un  consumo de 15,3 Mtep, en el de gas natural, hasta el 27º lugar, con un volumen total de 28,2 Mtep. Así, en el balance energético final, nuestro país ocupa el 20º puesto de la clasificación mundial, con un consumo total de 84,6 Mtep.

En el capítulo de las energías renovables España no ocupa un lugar tan destacado como cabría pensar por su liderazgo en eólica y fotovoltaica de años anteriores, principalmente por el peso de la energía hidroeléctrica en el conjunto de la producción de electricidad a partir de las fuentes de energía renovables. Así, la producción de energías renovables en España es de 14,5 Mtep, lo que sitúa a nuestro país en el 24º lugar del mundo por producción de energías renovables, lo que representa el 43% de la producción total de energía española con recursos del país, lo que nos lleva hasta el puesto 60º de la clasificación mundial.

Riqueza informativa

La información que ofrece el Atlas de la Energía, que se encuentra disponible en el área de estadísticas de la web del AIE, es extraordinaria, tanto por la riqueza de datos como por las enormes posibilidades que ofrecen estos desde 40 diferentes puntos de vista a través de ocho grandes capítulos: la electricidad, los cuatro combustibles -carbón, gas natural, petróleo y energías renovables-, así como los indicadores de la energía, los balances energéticos y los indicadores de emisiones de CO2 por la quema de combustible. Toda la información disponible desde el año 1973 hasta el 2012 de los 138 países, aunque también se puede encontrar información más actualizada en sus bases estadísticas.

En cada uno de los ocho grandes apartados, un mapa del mundo ilustra gráficamente la proporción mundial de cada país en el panorama internacional por el consumo, la producción, etc., para los cinco conjuntos de datos diferentes. La mayor parte de los combustibles ofrecen conjuntos de datos comparables: la producción, el consumo, la cuota de los combustibles utilizados para la generación de electricidad y para fines no energéticos, así como el comercio.

El mapa de la electricidad ofrece la participación de todos los combustibles fósiles, la energía nuclear o las energías renovables en la generación por país, así como la generación total y el consumo per cápita. El mapa de indicadores energéticos ilustra la producción de energía total, así como la autosuficiencia energética y la intensidad, mientras que el mapa en la página de balance de energía puede mostrar la oferta total, así como el consumo, tanto total y por sector. Los datos de emisiones representadas incluyen CO2 per cápita o por la producción económica, incluso ajustado por paridad de poder adquisitivo. En definitiva, el Atlas  de la Energía de la AIE es una herramienta imprescindible para aproximarse y profundizar en el panorama energético mundial.

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