Una de las formas más rentables y económicamente eficientes de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero se puso en marcha en 2005. Es el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE UE) que **limita el volumen de los gases de efecto invernadero **que pueden emitir las industrias con gran consumo de energía, los productores de energía y las compañías aéreas. Los derechos de emisión están limitados en un nivel máximo establecido por la UE, y las empresas o reciben o compran derechos individuales.
Estas empresas están obligadas a entregar a las arcas de sus respectivos países los derechos suficientes para cubrir todas sus emisiones si no quieren que se les impongan fuertes multas.
Solo en los años 2013 y 2014 la suma de todos los ingresos de los países miembros generó una cifra total de 6.837,2 millones de euros. Alemania (1.540,3M€) lideró el ranking de los que más ingresaron con este comercio y le siguieron Reino Unido (886,9 M€), Italia (794,5 M€), España (676,2 M€) y Francia (434,6 M€). Como lectura positiva supondría la entrada de más dinero a las cuentas del Estado pero como negativa desvela quiénes son los países que más contaminan en la Unión Europea.
Se puede decir, a tenor de los datos, que la mayoría de los ingresos proviene de empresas que utilizan carbón para producir electricidad. Por ejemplo, si se comparan Reino Unido con Francia, se puede ver cómo la cuota de energía nuclear en el mix energético de este último es mucho mayor. De hecho, Reino Unido experimenta una caída evidente de 2013 a 2014 -de 485,4 M€ a 401,5 m€- provocada por el cierre de muchas de las grandes centrales térmicas de carbón.
Sin embargo, también hay que destacar que en el conjunto de los países, entre 2013 y 2014, hay un descenso de los ingresos totales. Se redujeron en 416 millones de euros, lo que demuestra el esfuerzo que las empresas europeas hicieron por reducir sus emisiones (y por tanto comprar menos derechos), y que fue aún mayor porque el precio de los derechos de emisión se encareció en 2014 respecto a 2013 y aún así la tendencia fue a la baja. Pero no es la única razón.
También podría deberse a que en 2013, el Consejo de Ministros de la UE aprobó una asignación gratuita de derechos de emisión de gases de efecto invernadero a las instalaciones que hubieran registrado una reducción significativa de capacidad o hubieran cesado parcialmente sus actividades antes del 1 de enero de 2013.
O porque el Banco Europeo de Inversiones ayudó a esa reducción al subastar 300 millones de euros de derechos de emisión para aquellas compañías que invirtieran en tecnología renovable.
En cualquier caso, todos los países tuvieron menos ingresos excepto dos, que facturaron más: Italia, que de 385,9M€ en 2013 pasó a 408,6M€ en 2014, y Hungría, de 34,6M€ en 2013 a 56,5M€ en 2014. Y como sorpresa la reducción de manera exponencial de Polonia, de 244M€ en 2013 a 78M€ un año después.
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