A medida que los países se han ido embarcando en la transición energética hacia una nueva economía climática, se ha generado un debate sobre si el crecimiento es compatible con la estabilización del clima. El debate también se plantea a la inversa centrando la discusión sobre si la estabilización del clima puede impulsar el crecimiento. Los debates sobre el crecimiento y los recursos son complejos y se remontan muchos años, y si todo parece indicar que no se van a resolver a corto plazo, los acontecimientos recientes muestran que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se mantuvieron en 2014 y 2015, mientras que el PIB siguió creciendo. Una tendencia emergente que hoy es apoyada por 21 países que han logrado reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mientras veían crecer su Producto Interior Bruto (PIB), según un informe realizado en el World Resources Institute.(Ver gráfico)
Estados Unidos (EEUU) es el país más grande en experimentar varios años consecutivos de crecimiento económico "disociado” del crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono. De 2010 a 2012, las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía en EEUU se redujeron en un 6% (de 5.580 a 5.230 millones de toneladas métricas), mientras que el PIB creció un 4% (de 14,8 a 15,4 billones de dólares).
En su análisis del Plan de Energía Limpia (CPP por sus siglas en inglés), la Administración de Información de Energía de Estados Unidos (AIE) pronostica que el cambio a un sistema eléctrico más limpio a partir de 2020 traería consigo un período sostenido de desacoplamiento entre el PIB y las GEI. Como se ilustra en el siguiente gráfico, se espera que la implementación del Plan de Energía Limpia reduzca las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía de EEUU en un 6% entre 2020 y 2025, mientras que el PIB se incrementa en un 13% en términos reales durante el mismo período.
Si Estados Unidos pone en marcha el Plan de Energía Limpia y logra un desacoplamiento sostenido, lo hará acompañado de un nutrido grupo de naciones: otros veinte países lograron disociar del crecimiento del PIB las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía durante el periodo transcurrido entre el 2000 y el 2014.
El Reino Unido es un buen ejemplo de un país donde el crecimiento económico y las emisiones de CO2 se han ido distanciando cada vez más. Entre 2000 y 2014, el Reino Unido logró seis años de disociación absoluta, donde el PIB real creció al mismo tiempo que las emisiones de dióxido de carbono se redujeron. Durante un período de 14 años, las emisiones disminuyeron de 591 a 470 millones de toneladas métricas de CO2 relacionadas con la energía, mientras que el PIB creció de 2,1 a 2,7 billones de dólares ( a dólares constantes de 2005)
El caso español es ligeramente distinto y aunque está entre los miembros de este selecto club, se debe más a los estragos que ha hecho la crisis de 2008 en la economía española. Según los datos del World Resources Institute, durante el periodo 2000-2014 España experimentó un crecimiento en términos reales del 20%, pasando de un PIB de 646.250 millones de euros en 2000 a 1,04 billones en 2014.
Las emisiones de CO2 en ese periodo se redujeron en un total de 48 millones de toneladas, cantidad que en términos relativos supuso un descenso del 14%. Pero en el caso español la caída ha tenido más que ver con la crisis, como se puede ver en este otro gráfico, dado que en cuanto España ha vuelto a ver crecer su economía, las emisiones se han vuelto a disparar -un 1,1% en 2014 y un 5% en 2015- lo que nos ha costado un tirón de orejas de Bruselas.
¿Cómo han disociado los países su crecimiento de las emisiones de CO2?
No hay una fórmula única, ni política ni demográfica, que haya impulsado la disociación entre el PIB y los GEI en todos los países. Suecia, por ejemplo, implementó políticas ambiciosas incluyendo impuestos sobre el carbono que apoyaron la disociación . En Dinamarca, el rápido aumento de la energía renovable reduce las emisiones al tiempo que estimula la producción local. Como se ilustra en la siguiente tabla, otro factor clave en muchos países es un cambio estructural de la economía lejos de la industria de uso intensivo de las emisiones.
MÉTRICAS DE DISOCIACIÓN
~Fuentes:~~ BP Statistical Review of World Energy 2015;~~ ~~World Bank World Development Indicators~
Más del 90% de los países que lograron disociar el PIB de las emisiones de gases de efecto invernadero entre 2000 y 2014 redujeron la participación del sector industrial en el PIB de sus economías. Sin embargo, los casos excepcionales de Bulgaria y Uzbekistán demuestran que la disociación PIB-GEI también es factible en países con la expansión de la actividad industrial (por no hablar de Suiza y la República Checa, donde la parte industrial del PIB se mantuvo esencialmente constante). En el grupo de 21 países, el cambio medio en la participación de la industria en el PIB fue una reducción media del 3% durante el período, con un promedio de reducción de las emisiones de CO 2 del 15%.
El cambio hacia unas economías bajas en carbono
La disociación de las emisiones de gases de efecto invernadero del PIB en numerosos países demuestra la viabilidad y el aumento de la prevalencia de la transición energética hacia unas economías más limpias y sostenibles. Las disociaciones PIB-GEI a nivel de país están impulsando la tendencia global hacia la disociación en 2014 y 2015. Más allá de las tendencias agregadas que se describen en este informe, se necesita más información sobre la posibilidad de que se estén produciendo fugas de emisiones de carbono a otros países en la medida en que algunas economías deslocalizan sus industrias para instalarlas en el extranjero, factor que si bien permite una disociación absoluta y sostenida, no resuelve el problema ya que lo que se necesita es apoyar la mitigación de las emisiones a mayor escala.
Durante el período de 14 años estudiado por el World Resources Institute, la suma agregada anual de la reducción de las emisiones de CO 2 en estos 21 países ascendió a poco más de 1.000 millones de toneladas métricas. Dado que las emisiones de dióxido de carbono globales anuales totales crecieron más de 10.000 millones de toneladas métricas durante este período, está claro que es necesario aumentar más rápidamente la disociación PIB-GEI para tener alguna posibilidad de limitar el calentamiento medio de este siglo a 2 grados centígrados (3,6 grados Fahrenheit) por encima los niveles pre-industriales, que es el objetivo internacional actual para prevenir los peores impactos del cambio climático. A medida que los países se centran en la aplicación del Acuerdo de París, la disociación PIB-GEI presenta una opción para hacer frente a los retos climáticos globales, preservando la seguridad económica.
Un comentario
- Estos datos pueden llevarnos a error por varias circunstancias:
1- Si viéramos la caída de emisiones desde 2008 podríamos darnos cuenta de que es la crisis y no el "desacoplamiento" lo que hace que aparezcan estos datos. Lo vemos con España, pero probablemente también lo veríamos con otros: las emisiones caen más que el PIB en las recesiones.
2- Incluso en RU la tendencia comienza a partir de 2008. Habría que ver, efectivamente, en qué sectores ha crecido RU en estos años de recuperación para mantener la caída, lo que podría estar relacionado con (3).
3- Todos los países que aparecen en el gráfico son desarrollados y existe abundante evidencia empírica que explica cómo estos son capaces de reducir sus emisiones (o el aumento de las mismas) a través de la deslocalización de su producción sucia a países de la periferia, cuyos productos vuelven a través del comercio al centro para ser consumidos con un menor impacto medioambiental. Sin embargo: a nivel global, las emisiones crecen, y esto es lo que debería preocuparnos, pues se trata de un problema planetario.
Un saludo.
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Jaime
07/04/2016