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España ya no quiere el petróleo de Maduro: deja de importar hasta dos tercios del crudo de Venezuela

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Venezuela es el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, 300.000 millones de barriles, según datos de la Agencia de la Energía de EEUU, seguido de cerca por Arabia Saudí, cuyas reservas son 33.000 millones menos que el país latino. Sin embargo, la situación política y económica le está pasando factura. No solo está dejando de exportar cada año más barriles de crudo sino que encima necesita importar para abastecer de combustible al país.

La crisis social que vive Venezuela está haciendo estragos en su industria petrolera. Según fuentes del sector, "el país no puede exportar más porque tres de sus cuatro refinerías más grandes están funcionando a un nivel muy bajo por la falta de crudo pero, sobre todo, por la falta de piezas de repuesto necesarias para su extracción y su procesamiento", señalan, "y la causa principal es que no tienen liquidez, tanto es así que a veces sus compras la hacen en especie", a modo de trueque.

Y también, las precarias condiciones con las que trabaja PDVSA, la petrolera estatal del país, han influido en el desplome de las importaciones a España. En tan solo un año, en 2016 se han reducido un 64,9%, solo un tercio de lo que se importaba en 2015. "Pero la compra de cargamentos de petróleo de Venezuela es independiente de su situación política o social", señalan las fuentes, "lo normal es que en este tipo de operaciones los 'traders' no tengan ningun contacto con el país al que compran el producto y debe quedar claro que quienes compran el petróleo son las empresas o los intermediarios, las relaciones políticas no influyen, es un tema de mercado, de compra-venta".

De hecho, "lo que pasa es que este país compite en un mercado internacional y si hay una producción de más calidad, un sistema de extracción mejor en otro lugar y te da mejores precios, compras allí, como es el caso de México", explican, "ambos países ofrecen una calidad de crudo muy similar, el crudo maya es un petróleo pesado, que es muy parecido al que tiene Venezuela, y si México lo ofrece más barato y además, por características internas de Venezuela, PDVSA no tiene liquidez para realizar las transacciones, entonces México sale ganando".

México ha tenido una evolución ascendente como mercado de referencia para el sector español. Tanto es así que, según el último informe de CORES, en 2016 se ha convertido en el primer destino de compra de España, con 9.234 miles de barriles, por delante de Nigeria (8.110 miles de barriles) y Arabia Saudí (6.588 miles de barriles). Sin embargo, el país que ha disparado sus ventas a España ha sido Libia, con un aumento respecto a 2015 del 68,6%.

importaciones-de-crudo-en-2016

"Comprar a un país u a otro depende de las características del crudo, de la cercanía de la fuente y de las necesidades del momento, y ése es el caso de Libia, cuya producción llevaba paralizada dos años, pero como tiene un crudo de gran calidad, está al lado de nuestro país y se complementa muy bien con el crudo maya, se han aumentando mucho las importaciones de allí", añaden las fuentes.

Pese a que el sector asegura que la situación política está al margen de las relaciones comerciales, el presidente norteamericano Donald Trump sí que quiere influir. Ha amenazado con imponer sanciones económicas al país sudamericano si Nicolás Maduro, el mandatario venezolano, sigue adelante con los resultados de las elecciones de ayer para la Asamblea Nacional Constituyente. EEUU es su principal cliente, le vende el 10% de su producción y es uno de los pocos países que tiene las refinerías adecuadas para su crudo pesado de baja calidad.

"En el caso de EEUU, Trump puede amenazar a Venezuela con sanciones económicas, no solo por los estrechos vínculos del sector de ambos países sino porque Estados Unidos tiene garantizada la producción interna, gracias al shale oil, o petróleo no convencional, que le ha permitido una independencia que antes no tenía", concluyen las fuentes, "el caso español no tiene nada que ver, la política y las relaciones comerciales no se cruzan".

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