Renovables

Galicia quiere iniciar la producción de biomasa con kiwis y matorrales en 2020

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Varias instituciones gallegas, en colaboración con otras del norte de Portugal, están investigando con los restos del kiwi, los de la poda de la vid y también con matorrales como el tojo o la retama, con los que poder hacer pellets que alimenten una caldera de biomasa.  El objetivo es terminar los ensayos este año, y que se empiece a producir energía de forma experimental en el 2020.

En el proyecto, financiado con fondos comunitarios, están el centro tecnológico de eficiencia y sostenibilidad energética Energylab, la Agencia Gallega de Innovación (GAIN), la Fundación Empresa Universidad Gallega (Feuga) y el Instituto Energético de Galicia (Inega). Por parte de Portugal colaboran en la investigación el Instituto Politécnico de Viana do Castelo, el Instituto de Ciencia e Innovación en Ingeniería Mecánica e Industrial, la Agencia de Energía de Cávado y la Agencia Regional de Energía y Medio Ambiente del Alto Miño (AREA Alto Miño).

Desde que en Galicia se puso en marcha la estrategia de impulso a la biomasa hace cinco años, se han instalado en la comunidad 6.100 nuevas calderas, repartidas entre viviendas particulares, edificios públicos y privados, y empresas. Según los cálculos que maneja la Xunta, esto ha supuesto un ahorro económico de unos 13 millones de euros anuales. Galicia cuenta ahora con una potencia instalada de biomasa de 719 megavatios (MW), lo que supone un 30 % más que hace cinco años, informa La Voz de Galicia.

En suelo gallego hay diez industrias que se dedican a la producción de pellets y estelas, con capacidad parque repercute también en la a sacar al mercado unas 182.000 toneladas al año; a esto se suman dos empresas que fabrican 20.000 estufas y 4.000 calderas al año.

“La apuesta por la biomasa ha permitido crear 700 empleos estables, reducir el coste energético en las facturas de las familias, empresas y administraciones, ya que estas disminuyeron un 60% respecto al gasóleo, y producir una mejora ambiental que repercute también en la calidad de vida de la sociedad. A esto hay que sumar que la biomasa actúa como dinamizadora del medio rural”, explican desde la consellería dirigida por Francisco Conde.

Entre este año y el que viene, la Xunta pretende que su programa de impulso a la biomasa llegue a 2.000 nuevos beneficiarios, y que la potencia instalada se incremente en 160 megavatios y el consumo aumente en unas 120.000 toneladas año. La inversión prevista con fondos autonómicos ronda los 48 millones.

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