El consorcio gasista ruso Gazprom y la petrolera austríaca OMV firmaron hoy en Viena un acuerdo para llevar hasta el país alpino el gasoducto South Stream, que bombeará gas ruso a Europa a través del Mar Negro y los Balcanes, evitando así territorio ucraniano.
La firma del acuerdo se produce el día de una polémica visita oficial a Austria del presidente ruso, Vladimir Putin, la primera a un país de la Unión Europea (UE), tras la anexión de la península ucraniana de Crimea en marzo, lo que ha suscitado críticas de algunos socios comunitarios.
"Se trata de una inversión por la seguridad energética en Europa", declaró tras la firma en una rueda de prensa el presidente de OMV, Gerhard Roiss.
Este acuerdo llega después de que Bulgaria suspendiese a principio de mes las obras del tramo que discurre por su país, tras recibir presiones de la Comisión Europea.
El Ejecutivo comunitario ha señalado que los contratos firmados por Gazprom con las compañías nacionales infringen normas de competencia de la UE, entre otras, que la misma compañía suministradora controle también el gasoducto.
OMV considera que esas diferencias se podrán superar y que la infraestructura se ajustará por completo al derecho comunitario.
South Stream empezó a construirse en diciembre de 2012 y su coste oficial es de unos 16.000 millones de euros.
La construcción corre a cargo de empresas mixtas creadas por Gazprom con sus socios en Bulgaria, Serbia, Hungría, Grecia, Croacia, Eslovenia y Austria para el tendido y la explotación de los correspondientes tramos nacionales.
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