Apple acaba de convertirse en una compañía energética al crear una subsidiaria llamada Apple Energy, registrada en Delaware y con sede España y Estados Unidos. El objetivo de esta nueva empresa es vender toda la energía sobrante que se generen en sus plantas solares en EEUU.
Apple genera actualmente suficiente energía renovable para suministrar al 100% de sus instalaciones en Estados Unidos y el 93% de sus instalaciones en todo el mundo. Toda la energía limpia que genere podrá ser vendida directamente a los usuarios finales a precios al por menor a partir de agosto de este año, si Apple Energy obtiene las autorizaciones necesarias.
La nueva compañía de energía también ayudará a Apple en el desarrollo de un vehículo eléctrico y en la construcción de una planta de conversión de residuos en energía en Carolina del Norte, y está planeando la construcción de un parque solar de 850 millones de dólares en el Condado de Monterrey, en California. Una suma de movimientos que refleja el grado en que las grandes empresas están tomando un enfoque activo para la gestión de la energía.
Tanto Apple como otras empresas buscan nuevas oportunidades en la gestión de su energía, sus objetivos incluyen generalmente una combinación de gestión de costes, sostenibilidad, costes previsibles y capacidad de recuperación.
Gestión de costes
Aunque Apple es la compañía tecnológica que más recientemente ha creado una filial de energía, dos de sus competidores ya lo habían hecho antes. Google creó Google Energía a finales de 2009 y Amazon hizo otro tanto con Amazon Energía a mediados de 2015. Estas filiales se crearon para "identificar oportunidades y poner en marcha proyectos que les permitan administrar sus costes energéticos", una tarea compleja para las empresas con una presencia global.
A nivel macroeconómico, la variación regional en la normativa energética y las tasas complican un enfoque a nivel corporativo para la adquisición de energía. Y en un nivel micro, los costos están estrechamente vinculados a la energía total consumida de una instalación individual y cuando esta utiliza la energía durante todo el día.
La oportunidad financiera va más allá de la simple reducción de costos. La autorización que Apple busca, y que Google y Amazon ya tienen -la venta de electricidad a clientes mayoristas- le permitiría obtener ingresos en el mercado de los proyectos de energía renovable en los que ha invertido e, incluso, sin tener que invertir en recursos renovables in situ, los clientes comerciales e industriales pueden obtener ingresos mediante la participación en la respuesta a la demanda, cambiando el momento de su consumo de electricidad por el pago a una eléctrica o a un proveedor de servicios energéticos.
Sostenibilidad
Existen claras razones económicas detrás de las decisiones que Google, Amazon y Apple han hecho para mejorar la gestión de los costes de la energía. Igualmente importante para sus estrategias globales de energía, sin embargo, son sus objetivos de sostenibilidad. Apple, Google y Amazon Web Services (AWS) todos tienen objetivos a largo plazo de generación o de compra de energía renovable por una cantidad equivalente a la energía que consumen en general en sus tiendas, oficinas y centros de datos.
El logro de objetivos de sostenibilidad agresivos no es posible con los tipos de proyectos de energía que las empresas normalmente persiguen. La modernización de los sistemas de iluminación y las instalaciones solares pueden abordar con eficacia el consumo total de energía de una instalación, pero para cumplir con el objetivo 100% de energía renovable es necesaria una evaluación más completa de la eficiencia energética y las opciones de energía renovable.
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