Greenpeace ha lamentado que Iberdrola y Endesa, que comparten al 50% Nuclenor, la titular de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) no hayan llegado a una postura común respecto a la solicitud de renovación de la planta hasta 2031, cinco años después de que ésta parase por motivos económicos, en diciembre de 2012.
"Parece mentira que estas decisiones no se tomen con mayor claridad y transparencia", ha manifestado la portavoz de la campaña nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, que en declaraciones a Europa Press recomienda a ambas empresas "una vez creado el cisma" que sean capaces de llegar a un acuerdo.
Este miércoles, el Consejo de Administración y la Junta de accionistas de Nuclenor no consiguieron acordar si seguir adelante con la solicitud de renovación o bien desistir de la misma, pues Endesa ha mostrado su voluntad de seguir adelante frente a Iberdrola, que quiere echar el cierre al reactor.
"Respecto a la central nuclear más vieja de Europa es inaceptable que la empresa no llegue a un acuerdo ni tenga claro lo que quieren hacer cuando está cerrada por razones económicas desde hace cinco años y antes de reabrir debería acometer inversiones superiores a 200 millones de euros", ha valorado.
Montón ha reiterado su petición de este miércoles a ambas empresas de "respeto" a los ciudadanos y al medio ambiente por considerar que "están jugando" y, por ello, extiende su petición al Gobierno para que "ponga orden".
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