El litio es un elemento bueno para fabricar baterías, pero no es el único. El flúor, el elemento más electro-negativo en la tabla periódica, también es muy adecuado para esta tarea. De hecho, las baterías de flúor son capaces de ser entre ocho y diez veces más densas en energía que las baterías de litio. Pero hasta ahora, necesitaban ser calentadas a 150° C para poder funcionar.
Un equipo de investigadores compuesto por ingenieros de Honda, la NASA y Caltech resolvieron ese problema creando un nuevo electrolito líquido que llaman BTFE que permite que el flúor se disuelva a temperatura ambiente, según un artículo publicado en la revista Science. Cuando se usó en una batería prototipo compuesta de cobre, lantano y flúor, la nueva batería se pudo descargar y recargar a temperatura ambiente. El prototipo también tiene una “huella ambiental más favorable” que una batería de litio, según Honda. No se sabe qué tan bien funciona en invierno cuando el termómetro está muy por debajo de la “temperatura ambiente”.
¿Se imagina lo que podría hacer una batería con 10 veces la densidad de energía de las baterías actuales para el rango de conducción de los coches eléctricos? “Las baterías de flúor pueden tener una mayor densidad de energía, lo que significa que pueden durar más tiempo, hasta ocho veces más que las baterías que se usan hoy en día”, dice el coautor del trabajo, Robert Grubbs, profesor y premio Nobel de Química en 2005. “Pero puede ser difícil trabajar con flúor, en particular porque es muy corrosivo y reactivo”.
Las perspectivas son enormes, pero hay algunos obstáculos que deben eliminarse primero. Por un lado, el ánodo y el cátodo de la batería prototipo tienden a disolverse completamente en el electrolito. Eso es un problema, pero el equipo está trabajando duro para tratar de encontrar una solución. Si pueden resolver el problema de la alta temperatura de funcionamiento, hacer que los ánodos y los cátodos no se disuelvan debería ser un juego de niños.
Pero hacer avances en el laboratorio es una cosa, y otra muy distinta convertir esos avances en productos que sean fáciles de fabricar y comercialmente viables. No busque las baterías de flúor en los vehículos eléctricos a corto plazo. Muchos milagros de laboratorio nunca se cumplen. Este podría ser otro callejón sin salida en una larga línea de investigación de baterías que nunca ha ido a ninguna parte.
Aun así, las perspectivas son tentadoras y Honda, la NASA y Caltech no son amateurs jugando con los quemadores y vasos de Bunsen en un garaje a altas horas de la noche. Necesitamos que el próximo paso en el desarrollo de la batería se realice lo antes posible para hacer avanzar la revolución de la energía limpia.