El negocio eléctrico de Iberdrola va viento en popa. La filial norteamericana Avangrid, a través de Central Maine Power Company (CMP) ha recibido el ok para poner en marcha una nueva línea de interconexión entre EEUU y Canadá.
Se trata del proyecto de transmisión Clean Energy Connect (NECEC) de New England. La línea llevará energía renovable desde Quebec (Canadá) hasta el estado de Massachussets. El proyecto, valorado en 950 millones de dólares (unos 765 millones de euros al cambio actual), tiene previsto tener una capacidad de 1.200 MW.
El estado de Massachussets ha elegido a CMP para que se encargue junto a su socio canadiense Hydro-Quebec de la construcción de la nueva línea que tendrá una longitud de unos 230 kilómetros.
El objetivo no es otro que New England consiga beneficiarse de las energías limpias canadienses. Principalmente, se traspasará energía hidráulica y eólica que es lo que más poseen en esa zona de Canadá.
“El NECEC suministrará energía renovable a Massachusetts durante veinte años, y continuará brindando beneficios para los consumidores de Nueva Inglaterra durante décadas. Es otro ejemplo de cómo las compañías como Avangrid están brindando soluciones efectivas a los complejos desafíos energéticos de la región. Estamos comprometidos a invertir en infraestructura de energía limpia y cumplir la promesa de la propuesta de NECEC”, ha dicho James P. Torgerson, director ejecutivo de Avangrid.
Según Iberdrola, las comunidades anfitrionas en el oeste de Maine verán ganancias económicas directas de la inversión y compartirán los beneficios de los menores costos de energía y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Se trata de la jugada perfecta para Iberdrola. Un negocio de redes más renovables, los negocios de futuro de la compañía.
Ahora solo faltan unos flecos para poder comenzar la construcción de la línea. Se trata del visto bueno por parte de las autoridades federales. CMP presentó solicitudes para todos los permisos estatales y federales a mediados de 2017. La compañía espera recibir aprobaciones estatales a finales de este año y permisos federales finales a principios de 2019 para así comenzar la construcción de la línea.
Un negocio el de las interconexiones que no es nuevo para CMp e Iberdrola en EEUU. Hace años puso en marcha otra interconexión en la misma zona de Maine cuya inversión ascendió a los 1.400 millones de dólares. La línea eléctrica alcanza los 800 kilómetros y une ambos países en una zona donde es necesario el intercambio de energía.