La glucosa es el azúcar que absorbemos de los alimentos que comemos. Es el combustible que alimenta cada célula de nuestro cuerpo. ¿Podría la glucosa también impulsar los implantes médicos del mañana?
Los ingenieros del MIT y la Universidad Técnica de Munich creen que sí. Han diseñado un nuevo tipo de celda de combustible de glucosa que convierte la glucosa directamente en electricidad. El dispositivo es más pequeño que otras celdas de combustible de glucosa propuestas, mide solo 400 nanómetros de espesor, o alrededor de una céntésima parte del diámetro de un cabello humano.
La fuente de energía azucarada genera alrededor de 43 microvatios por centímetro cuadrado de electricidad, logrando la mayor densidad de energía de cualquier celda de combustible de glucosa hasta la fecha en condiciones ambientales.
El nuevo dispositivo también es resistente, capaz de soportar temperaturas de hasta 600 grados centígrados. Si se incorpora a un implante médico, la celda de combustible podría permanecer estable a través del proceso de esterilización a alta temperatura requerido para todos los dispositivos implantables.
Nuevo dispositivo
El corazón del nuevo dispositivo está hecho de cerámica, un material que conserva sus propiedades electroquímicas incluso a altas temperaturas y escalas en miniatura. Los investigadores prevén que el nuevo diseño podría convertirse en películas o recubrimientos ultrafinos y envolver implantes para alimentar electrónicamente de forma pasiva, utilizando el abundante suministro de glucosa del cuerpo.
Ramón cabezas medina
17/08/2024